Esta fundación tiene 14 años de trayectoria, parece mentira… Y naturalmente los que venimos participando desde el principio, nos hemos hecho mayores, pero con nuestro corazón joven, seguimos con esa llama de inquietud y preocupación por todo lo que acontece socialmente. Nos planteamos como un reto el poder reflexionar y debatir con lo que también interesa a la juventud y consecuentemente, también a todos nosotros. Creemos que a pesar de nuestras canas, hemos de preservar la ilusión, la esperanza y nuestro espíritu rebelde, pero todo ello desde la reflexión, el compromiso y la acción.
La educación es el problema número uno de un país, es el más importante. Invertir en educación nunca es despilfarrar. Siempre es una auténtica inversión. Porque sólo por la educación las personas podemos llegar a serlo.
Reunidos un grupo de padres, madres, docentes, asesores y vecinos, en la ciudad de Valencia, un sábado del mes de noviembre, gracias a la convocatoria de la Fundación Hugo Zarate, abordamos desde diferentes perspectivas la autoridad en la familia y en la escuela, aportando las siguientes consideraciones para un debate que creemos esencial en la sociedad contemporánea.
Como introducción al debate de nuestro grupo de trabajo, que versaba sobre la relación entre ciudadanía y medios de comunicación, hemos recordado las tres funciones clásicas de la actividad mediática, esto es, las de informar, formar y entretener; así como sus bienes internos.
Iniciarnos en un debate social sobre los valores de los jóvenes exige, en primer lugar, a mi modo de ver, una aclaración de los términos y, en segundo lugar, tomar el pulso a nuestro contexto real para situarnos y saber de qué y desde dónde estamos hablando. Para estas tareas nos resultan de gran ayuda los estudios de aquellos filósofos morales que han reflexionado en torno a los valores y, por otro lado, los estudios realizados por sociólogos, encuestas y estadísticas que intentan ofrecernos una imagen sociológica de quiénes son los jóvenes y qué cosas valoran.