La militancia en los movimientos ecologistas: ¿pura utopía o posibilidad de transformación de la realidad?
ENRIQUE LOZANO VILLACOORDINADOR
La preocupación por el deterioro de nuestro medio ambiente y por la consiguiente pérdida de calidad de vida ha pasado a ser, en los últimos años, una de las inquietudes más constantes de la sociedad.
La demanda de una respuesta a dicha preocupación exige de los distintos ámbitos de la administración, no sólo afrontar de forma eficaz los problemas del entorno, sino también hacer partícipe al ciudadano en esta tarea. La complejidad de las disfunciones medioambientales requiere que esta participación, para ser operativa, esté basada en un conocimiento de la situación real y de los datos objetivos de los problemas que nos afectan.
Dentro del amplio contexto de la biología, la ecología estudia leyes de interrelación entre los distintos organismos y el medio que les rodea, así como aquellos factores ambientales a los que están sujetos los seres vivos tales como la temperatura, la iluminación, compuestos tóxicos, plagas y otros de índole varia.
En su estudio se incluyen también las distintas necesidades y las alteraciones que se puedan verifican en el medio ambiente debido a la presencia de organismos vivos. También compete a la ecología el estudio del ciclo de los materiales, alimentos y productos de desecho. Con todo esto, podríamos decir que el objeto de la ecología es el estudio, desde el punto de vista económico, de la naturaleza.
Dado que el ser humano, juega un papel decisivo en el equilibrio de la naturaleza y que en determinadas ocasiones puede llegar a provocar una notable acción destructiva, el estudio de la ecología le brinda un amplio material para evitar que una destrucción incontrolada pueda ser en el futuro, una amenaza sobre su propia destrucción. En realidad, no se debería interpretar la ecología como una ciencia exclusivamente, sino también como argumento a la hora de tomar posiciones frente a los problemas de desajuste en la naturaleza, producidos por la creciente industrialización.
La ecología política pretende algo más, pues no sólo se hace cargo de esta amenaza, sino que va en busca de la raíz del problema, cuestión que ha de hallarse en un planteamiento de tipo económico y social. En base a esto, la solución a los problemas ambientales requiere tanto una respuesta de tipo técnico, como una toma de conciencia del compromiso en que se halla el sistema ecológico de nuestro planeta y por ende, de los movimientos organizados ecologistas.
En base a todo lo anterior y después de una reflexión compartida, los miembros del grupo apuntaron las siguientes ideas:
- Existe una fuerte hipocresía en las fuentes de poder, con un doble posicionamiento desde el que se aboga por el preservar el medio ambiente y donde sin embargo, priman los criterios economicos y esta preservación no se respeta en absoluto.
- Se constata un desconocimiento general bastante alarmante, acerca de lo que significa ecología y medio ambiente. Si que son términos muy utilizados especialmente desde los medios de comunicación, no obstante el/la ciudadano/a en términos generales, desconoce sus verdaderos contenidos y riesgos.
- Interesa el cómo la iglesia, más específicamente el sector más progresista de la iglesia, está tomandose tanto interés por el ecologismo, incluso llegando a manifestarse en algunos momentos y ante amenazas al medio ambiente. Esto suscita incógnitas, que han provocado el que algunas personas, se hayan inscrito en este grupo de trabajo.
- Se relata alguna experiencia concreta y muy interesante, verificando la dificultad que supone en pequeños municipios, intentar crear grupos y movimientos dinamizadores, en la búsqueda de salvaguardar valores ecológicos. Incluso estas experiencias se han llevado a cabo, a partir del ejercicio de la propia profesión. Los resultados no han sido muy optimistas, pues la realidad ha mostrado la oposición de los propios convecinos, así como de las instituciones públicas locales.
- Se entiende que todo/a ciudadano/a, consumidor/a en potencia, puede ejercer su compromiso siendo más consciente a la hora de seleccionar la compra de todo tipo de productos. Desde el ama de casa al niño/a pequeño/a, debería elegir todo lo reciclable y utilizar todos los medios públicos que lo propicien.
- Nos planteamos cómo se desenvuelven las organizaciones ecologistas, ante problemas de tal envergadura, como:
- Capa de ozono.
- Pesca de ballenas.
- Quema y tala de árboles.
- Vertidos industriales.
- Desaparición de especies.
- Suciedad en rios y mares.
- Problemas respiratorios en ciudades.
- etc., etc…
- Explicitamos nuestro respeto y admiración por las organización ecologistas, que no reciben subvenciones y se nutren económicamente solo de las cuotas de sus colaboradores. Disponen de muy pocos medios y ofrecen sobretodo asesoramiento, por lo que constantemente apelan al jercicio de la responsabilidad individual.
- Tiene un peso importante greenpeace, y se ha convertido en el punto de mira por su actividad continuada, cuestionando todo lo que atente a la ecología y medio ambiente mundial. Son capaces de poner en jaque a un gobierno, y para su difusión, utilizan los propios medios del sistema contra el que luchan y que él mismo les ofrece.
- Es fundamental tanto hoy como para generaciones venideras, la educación, aprendizaje e integración del respeto y amor a la naturalez y la ecología.
- Hay que tomar conciencia de la actual situación del planeta y paralelamente de todo lo más próximo. Para ello la fórmula podría ser el fomentar el asociacionismo a organizaciones ecológicas. Desde la organización, afiliación, y la militancia, se accede mejor a la concienciación ciudadana.
- No se puede olvidar la importancia y la irremediable simbiosis para la supervivencia del ser humano y la naturaleza.