31 de Mayo. Día Mundial sin tabaco
¿Por qué dejar de fumar?
Si estás pensando dejar el tabaco, cualquier momento es bueno para empezar: No lo pospongas con cualquier excusa, tu salud te lo va a agradecer.
Luego de superar los síntomas ocasionados por el síndrome de abstinencia (ansias de nicotina, ira, frustración, irritabilidad y ansiedad), rápidamente el cuerpo empezará a recuperar capacidades perdidas:
- A las pocas horas de dejar el tabaco, aumenta el oxígeno en el cuerpo y disminuye el dióxido de carbono.
- En solo 24 horas disminuye la mucosidad acumulada.
- En solo 2 días, se normalizarán los sentidos del olfato y del gusto. Se puede sentir algo de ansiedad, ya que comienza con más fuerza el síndrome de abstinencia.
- En 3 días te sentirás con mucha más energía porque el cuerpo ha eliminado la mayor parte de nicotina y los bronquios comienzan a funcionar bien. Puede que estés más irritable y tengas ganas de fumar.
- En dos semanas se controla con mayor notoriedad los episodios de abstinencia. Y además podrás hacer deporte con mayor rendimiento.
- En unos seis meses, la tos desaparece, disminuyendo la frecuencia de infecciones respiratorias en las vías aéreas superiores (fosas nasales, boca, laringe, faringe, glotis y epiglotis).
- En un año, el riesgo de tener un infarto se reduce a la mitad.
- En 10 años, la posibilidad de tener cáncer de pulmón se reduce a la mitad.
- En 15 años, el riesgo de un paro cardiaco será igual al de una persona no fumadora y los pulmones están totalmente restablecidos.
Los beneficios al dejar de fumar son casi inmediatos, evitando posibles complicaciones y graves riesgos para la salud.