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“Hogar” de Warsan Shire

Desgarrador poema de una refugiada Somalí:

“Hogar” de Warsan Shire

Nadie abandona su hogar, a menos
que su hogar sea la boca del lobo.
Solo corres hacia la frontera
cuando ves el resto de la ciudad corriendo también
Tus vecinos corren más rápido que tú
con aliento sangriento en sus gargantas.
El chico con el que fuiste a la escuela,
el que te besó tras la vieja fábrica de hojalata
sostiene ahora un arma más grande que él
Solo dejas  tu hogar
Cuando tu hogar ya no te deja estar
Nadie deja su hogar
si su hogar no le echa ,
Fuego bajo los pies,
Sangre hirviendo en el vientre.
no es algo que hubieses pensado hacer ,
Hasta que el cuchillo ardiente amenazó tu cuello
e incluso  entonces llevaste el himno en tu  aliento,
pero romper  tu pasaporte en el baño de un aeropuerto ,
Sollozando por cada pedazo de papel
te dejó claro que  jamás volverías.
Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera,
A menos que el agua sea más segura que la tierra.
Nadie abrasa las palmas de sus manos bajo los trenes, debajo de los vagones,
Nadie pasa días y noches  en las entrañas  de un camión,
Alimentándose de periódicos, a menos que
las millas recorridas signifiquen algo más que un simple camino.
Nadie se arrastra bajo las vallas
nadie quiere que le golpeen,
que le compadezcan
Nadie escoge los campos de refugiados
O ni los cacheos que dejan su cuerpo desnudo y dolorido
Nadie elige la prisión, pero la prisión es más segura que una ciudad en llamas,
Y un carcelero en la noche es preferible
A un camión cargado de hombres que se parecen a tu padre.
No hay quien pueda soportarlo
nadie tendría las agallas,
nadie tendría la piel suficientemente resistente.
Los gritos de volved a casa, negros,
refugiados,
sucios inmigrantes,
buscadores de asilo,
quieren robarnos lo que es nuestro,
negros pedigüeños, huelen raro,
son salvajes,
destrozaron su país y ahora quieren destrozar el nuestro.
¿Cómo puedes soportar las palabras, las miradas sucias?
Quizás puedas, porque estos golpes son más suaves
Que el dolor de un miembro arrancado.
Quizás puedas porque estas palabras son más delicadas
Que catorce hombres entre tus piernas.
Quizás porque los insultos son más fáciles de tragar que el escombro,
Que los huesos, o que el  cuerpo de tu niña despedazado.
Quiero irme a casa, pero mi casa es la boca del lobo.
Mi hogar está plagado de armas,
y nadie dejaría su hogar  a menos que su hogar le achara hacia el mar,
a menos que tu hogar   te dijera que te dieras prisa
que dejes atrás tus ropas, que te arrastres por el desierto,
que navegues por los océanos,
“Naufraga, sálvate, pasa hambre, suplica, olvida el orgullo,
tu vida es más importante”.
Nadie deja su hogar hasta que su hogar  es
en una voz que le dice:
‘Vete, huye de mí ahora.
No sé en qué me he convertido, pero sé
que cualquier lugar es más seguro que éste’.

  1. Maria Erramuspe Says:

    Agradezco este tipo de denuncias.
    Tenemos que entender que debe haber un mundo sin fronteras.

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