Introducción
Comenzamos un mes con dos elecciones, las Generales en todo el país, y las autonómicas en el caso de la Comunidad Valenciana, ambas para el 28 de abril, pero además en el mes siguiente, el 26 de mayo, se celebrarán las europeas y autonómicas en todo el Estado.
Ya, en estos momentos, en la precampaña estamos escuchando tal grado de insultos, mentiras, promesas más o menos viables y creíbles, y eso sí, cada día una soberana estupidez por parte de las nuevas formaciones políticas (escisiones de algún viejo partido), que no sabemos cómo terminarán nuestras cabezas cuando lleguemos al mes de junio.
Pero que este periodo nos instruya y sirva para reconocer quien es quien sin olvidar nuestro pasado lejano y también el más reciente. Intentemos abstraernos del envoltorio mezquino y falaz de algunos discursos, volviendo a los valores que representa cada ideología, haciendo caso omiso del que hoy «todo vale» y que las ideologías han desaparecido, que la Izquierda y la Derecha son lo mismo o ya no existen. No y rotundamente no. Los programas electorales deben desarrollar perfectamente claro, cuales son sus propuestas y si efectivamente van encaminadas a la ciudadanía o a quienes….???
Un programa político bien reflexionado y consensuado, debería ser meridianamente claro para sus votantes, entendible para cualquier ciudadana/o y leal a su ideología de derechas o de izquierdas, sin tener que recurrir a personajes del espectáculo, del toreo, del empresariado trasnochado, nobles apellidos, etc. etc. Estas envolturas no hacen a los buenos políticos si están huecos y se plantean como alternativa a esa escalada de quien es más puro y «salvador» de España.
Así, que todas y todos deberemos tener bien limpias las entendederas para afinar nuestra elección y desde luego, ir a ejercer nuestro derecho al voto en las dos citas electorales.
