Introducción boletín Agosto 2022

Nuestro país es uno de los más afectados en Europa por los incendios forestales, fortuitos o intencionados. Esta situación se vive también en Portugal, Italia, Grecia y sur de Francia.

Casi todos ellos se producen por la intervención del ser humano, de modo accidental y no premeditado o con clara intencionalidad y con fines no muy confesables. Esta situación debe atajarse a través de la legalidad y una clara voluntad de castigo hacia estas actuaciones y las personas que las llevan a cabo. La pérdida de vidas humanas, los daños en bosques y montes, las pérdidas económicas a todos los niveles y con la destrucción de viviendas, más los desalojos masivos, no pueden esperar y precisan una corrección ejemplar.

Pero nada se podrá hacer si en paralelo no se trabaja en la prevención y limpieza de montes durante TODO EL AÑO con la correspondiente inversión en la dotación material de medios y recursos humanos especializados. El fuego es necesario para la regeneración de los bosques pero lo que está ocurriendo es bien diferente.

El Cambio Climático se está desarrollando de un modo tremendamente alarmante y no sólo en nuestro país; su evolución es planetaria y es desde luego, la causa fundamental de todos estos incendios. En este sentido hay que apelar a una política forestal europea dado que no existe, y que vincule a toda la población, la cual deberá tomar clara conciencia de la situación y prevenir todas las situaciones a su alcance.

Prevención, limpieza, campañas informativas,  dotación presupuestaria para la equipos materiales y formación de sus componentes humanos, estudio de las construcciones cercanas a las zonas forestales……y un largo etc. Todo para evitar se repitan el incendio de las hasta ahora casi 230.000 hectáreas quemadas en nuestro país desde enero. Y aún no estamos en agosto…