Introducción boletín Ocubre
Por mucho que pretendamos imaginarlo, nos quedamos muy, muy lejos de la situación que se está viviendo en la isla de la Palma. El esfuerzo de toda una vida, arrasado por una fuerza imparable con la que la Naturaleza muestra todo su poderío, magnitud y capacidad destructora.
Hay que valorar el esfuerzo de tantos profesionales que desde los servicios públicos, han arriesgado sus vidas, intentando «desviar» las lenguas de lava con resultado infructuoso. Nuevamente las situaciones trágicas y gran envergadura, nos demuestran los imprescindibles y valiosos que son estos servicios públicos. También las muestras de solidaridad del pueblo palmero y del resto de España.
Es necesario que, más pronto que tarde y con celeridad se faciliten las viviendas y todo tipo de apoyo para las personas que se han quedado y quedarán con absolutamente nada. Que no se repitan los colapsos burocráticos y administrativos que no facilitan la solicitud de los afectados.
Y en algún momento, habrá que plantearse la legislación para evitar las construcciones en valles, rieras, laderas de volcán, etc, lugares donde las catástrofes naturales puedan afectar directamente a la población, a pesar de que la isla de la Palma como todas las Islas Canarias son totalmente volcánicas.