Introducción Boletín Septiembre 2022
Está siendo espectacular la ingente cantidad de festejos veraniegos que se están produciendo, con los eventos habituales de los pueblos recuperados tras 3 años y otros recientemente creados. Es evidente el deseo que teníamos de diversión, inhibición, compartir la alegría veraniega con familia y amigos. Es como si la pandemia hubiese sido un mal sueño y estuviésemos totalmente recuperados.
Es cierto también, que se vaticinan tiempos difíciles para el otoño, probablemente reales y exageradamente aumentados por ciertos partidos políticos empecinados en avisarnos que llega el fin del mundo gracias a nuestros gobernantes, aunque ellos sean incapaces de mover un solo dedo para evitarlo. Y ante este diagnóstico, se opta por «lo que va por delante»…..
Cabe reflexionar si ese modo es el único para ser feliz, si no podríamos ser felices sin tanto aspaviento festero y durante todo el año y a pesar de la fuerte inflación y nueva crisis que se avecina, en la que desde luego quienes más la van a padecer serán justamente los que menos han disfrutado de las vacaciones veraniegas.