Kaye Cleave, filósofa e influencer ‘pro edad’: “Para envejecer bien, escucha a tu cuerpo”
Cleave, doctora en filosofía, maestra y profesora de meditación, se ha convertido a sus 75 años en una referencia de las redes sociales hablando sobre ejercicio físico y vitalidad en la tercera edad, y sobre superación del duelo. Desde Australia, nos explica algunas de sus claves
Piruetas, acrobacias, consejos de vida, guías para meditar, mensajes contra el edadismo, ejercicios cortos para movilizar el cuerpo en pocos minutos, reflexiones sobre el duelo… A sus 75 años, la doctora en filosofía y profesora Kaye Cleave, ofrece todos estos contenidos en su perfil de Instagram, donde acumula más de un millón de seguidores. Definir su currículum es difícil, ha sido maestra de escuela, guía de meditación, investigadora en la Universidad de California (Berkeley) sobre la relación entre el duelo y la atención plena…
La muerte de su hija prematuramente, hace 25 años, marcó su vida, la obligó a buscar un camino para salir adelante que después la llevó a hacer su propio documental (Catherine’s Kindergarten). Durante veinte años dirigió su propia consultoría, ofreciendo seminarios sobre resiliencia emocional a directivos y personal de organizaciones privadas y gubernamentales. Cleave nos atiende por videoconferencia desde Adelaida, donde vive, una ciudad cosmopolita de la costa sur de Australia.
Hemos llegado a usted a través de las redes. Tiene más de un millón de seguidores en Instagram, donde habla de envejecer sin preocupaciones, sin ataduras, sin seguir las reglas sociales de la vejez… ¿Por qué cree que la sigue tanta gente? ¿El tema interesa, o sus videos atrapan?
Ambas cosas. La gente está interesada en el tema del envejecimiento, y además mis vídeos son divertidos. Muchos creen que envejecer significa decaimiento, pero ¡hay muchas personas como yo! Mis vídeos muestran que no tenemos que estar tan preocupados por envejecer, no significa que vayamos a estar tristes y aburridos. No esperaba todo este éxito, sinceramente, es una gran sorpresa.
¿Cuándo comenzó en Instagram, y por qué? No hay muchos usuarios de su edad en esta red…
Hace un año y medio que estoy en Instagram, después de acabar el documental que dediqué a mi hija. Me encantaba contar historias de forma visual, me encanta mezclar imágenes con músicas. Y no sé por qué pensé en Instagram porque los amigos de mi edad ni siquiera tienen perfil, pero lo hice por mí misma. No hice ningún plan, y resulta que me siguen un millón de personas. ¡Es loco!
¿Lo hace usted sola o tiene un equipo que la ayuda? Ofrece mucho contenido, y tiene muchas interacciones…
Tengo un poco de ayuda, porque es una comunidad muy grande. Ahora debo decidir si hago un equipo, a quien tengo que pagar, o me despido de la red, y termino mis posts. No necesito un millón de personas siguiéndome; puede que fuese un reto a los 50, pero no ahora. Ahora lo hago todo mismo por mí misma, y montar un equipo, en este momento de mi vida, es demasiado. En agosto, cuando cumpla dos años en Instagram, tomaré una decisión, porque es muy divertido, pero no necesito toda esta atención del público ahora. Lo cierto, eso sí, es que disfruto mucho con los vídeos.
Su documental, Catherine’s Kindergarten, que hizo a los 70 años para contar el viaje emocional para afrontar su dolor tras la muerte de su única hija, se ha proyectado en festivales de cine de todo el mundo…
Sí. Fue una larga historia y requirió un largo trabajo y mucha inversión. Fue muy intenso. Tenía en mente otro documental, pero no voy a repetir la experiencia porque sería un proyecto demasiado grande, ¡por eso prefiero hacer videos cortos en Instagram!
¿Cree que el trabajo emocional por la muerte de su hija la ha ayudado a ver la vida de otra manera?
Sí, mi única hija murió hace 25 años. Esto fue muy muy muy duro para mí. Ahora sé que ella siempre me acompaña. En aquel momento mi mundo entero se desvaneció y me tuve que recuperar, salir de ello trabajando mucho. Ha sido un viaje largo de aceptación, y ahora tengo herramientas mentales para afrontar lo que pasó, para afrontar mi envejecimiento y mi vida. Si puedes mirar de cara a tu muerte, puedes tener una vida más alegre y plena.
Dice que una habilidad importante para la salud cognitiva es la flexibilidad mental. Lo llama su “superpoder». ¿A qué se refiere con ‘flexibilidad mental’?
Es aceptar, trabajando con tu mente, que pueden pasar cosas malas, aceptar lo que pasa. La flexibilidad mentar es aceptar que ocurren muchas cosas y hay muchos cambios en la vida. Mi madre tuvo un derrame cerebral, y no se podía mover, cuando tenía 80 años. Yo no puedo vivir mi vida pensando en ello, preocupada. Si sucede, lidiaré con ello. Mentalidad flexible es ser capaz de gestionar lo que vaya sucediendo en la vida. Hay que trabajar con la mente. Además, deberíamos hablar mucho más de la muerte.
No estamos preparados para la muerte… ¿Esto es un gran problema de nuestra sociedad?
¡Efectivamente, y es seguro que va a suceder! Muchas personas están asustadas, tienen miedo y no quieren hablar de ella. Pero si hablas de la muerte, la aceptas mejor, y puedes vivir más feliz y en paz. Yo no tengo miedo a morir, y sé que puede suceder mañana. Uno de los secretos para tener una buena vida es hablar de la muerte, no de una forma triste, sino de manera hábil. ¡Sabemos que todos vamos a morir!
Sus vídeos son una inyección de vitalidad… ¿Cuál es su secreto?
Es una sorpresa para mí llegar a los 75 con salud y en buena forma física. De pequeña hice danza y gimnasia acrobática, y mis padres vivían de forma saludable en Australia —mi país, donde vivo—, pero a los 22 me casé con mi marido, y comenzamos a viajar por Europa. Lo sorprendente es que durante muchos años no hice deporte ni mantuve una alimentación saludable. Hasta que no tuve 50 años no empecé a cuidarme de nuevo. Entonces sentí que tenía que estar fuerte y empecé con el yoga, la meditación, y la intencionalidad saludable. Sobre todo ahora hago baile, yoga y como bien. El mensaje más importante de todo esto es claro: nunca eres demasiado viejo, no es demasiado tarde. Aunque empieces a los 60 a moverte y comer bien, es positivo. ¡Camina, muévete! No quiero que la gente piense que he tenido una vida saludable durante toda mi vida.
¿Nos puede contar como es un día en su vida diaria?
No puedo responder, porque cada día todo cambia. Por la mañana siempre hago yoga en casa. Algunos días me quedo en la cama leyendo, y cuando me levanto hago yoga. Otros días me levanto a las 6 de la mañana… Hago yoga en días alternos, siempre, pero cada día en un momento diferente. La única rutina que tengo es escuchar a mi cuerpo. A veces camino unas cuantas millas, y otros días solo descanso. En alimentación, como mayoritariamente saludablemente, pero a veces como mucho, y otras no. Si quieres envejecer saludablemente, escucha a tu cuerpo. A veces, si estoy cansada, voy a que me hagan un masaje. Conozco a mi cuerpo muy bien, lo escucho y sé si necesita descansar, nadar, andar… ¡Así que no hay demasiadas rutinas!
¿Qué otros hábitos o peculiaridades de su día a día cree que la ayudan a estar tan bien?
No tomo casi medicamentos. Cuando tengo dolor de cabeza, ni siquiera tomo una pastilla. Medito, pienso qué es lo que me provoca el dolor de cabeza, si ha sido la alimentación, o si necesito dormir… Conozco mi cuerpo a la perfección y también recurro a la acupuntura, dependiendo de mi energía.
¿Qué ejercicio hace?
Caminar, yoga, nadar, hago bicicleta con asiduidad porque la uso en mis desplazamientos —como para ir de compras—, y también bailo una vez a la semana.
Las relaciones se dicen que son tan importantes…
Yo tengo muy buenos amigos, pero me gusta mucho la soledad. Cuando hay mucha gente me estreso. Creo que lo fundamental es el equilibrio, necesitas amigos, pero no que estén presentes constantemente. Por ejemplo, yo hago yoga sola, medito, a veces necesito compañía, tengo ganas de ir a comer con alguien, hacer algo acompañada, pero vivo bien conmigo misma. Por vivir sola no significa que estés solo, también puedes convivir con otras personas y sentir soledad. Creo que para mí lo mejor es el equilibrio entre amigos, compañía y soledad.
¿Cuál diría que es su secreto de envejecimiento saludable?
Aprende sobre tu cuerpo, escúchalo, y además, ten una buena actitud frente al envejecimiento. Si te dices que eres demasiado viejo, esto afecta. Soy positiva, tengo buenos amigos, medito… Para mí tiene mucho que ver con la actitud. Alguna gente con discapacidades tienen una vida buena, porque tienen una buena actitud. Si piensas que no puedes, por culpa de la edad, esto influye mucho.
La industria antiedad y la promesa de ser siempre jóvenes nos hace someternos a muchos tratamientos y gastar mucho dinero para intentar aparentar una edad inferior… Usted es muy crítica con esto.
El capitalismo nos hace creer que estamos mejor si parecemos más jóvenes. ¿Por qué? Para intentar ser joven hay gente que gasta mucho dinero, se inyecta bótox, se opera… todo esto enferma al cuerpo, y creo que el problema es que siempre nos han dicho que no tenemos que parecer viejos. Soy vieja, ¿y qué? ¡Está bien! ¡Yo me siento bien! Debes intentar estar bien e intentar no escuchar todos los mensajes de nuestra sociedad capitalista.
Rosanna Carceller
Publicado en La Vanguardia