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Las fallas, el fuego y el duelo

Ha venido a cuestionarse la oportunidad de las Fallas. Y los problemas de sensibilidad que se desprenden de organizar la gran fiesta del fuego cuando ha sido precisamente el fuego el actor feroz de la tragedia de Valencia.

La imagen del edificio en llamas parecía la dimensión siniestra y atroz de las llamas. Los valencianos las exteriorizan para liberarse de los males, no para observarlas como una fuerza telúrica y devastadora.

Y la ciudad está en duelo. Ni siquiera el edificio se ha consumido del todo. Permanece en pie enseñando sus heridas y sus ventanales siniestros, como el escenario de una película de terror.

¿Tiene entonces sentido entregarse a la orgía del fuego? Me declaro partidario y favorable de seguir adelante con la celebración de las Fallas. Y entiendo a quienes se recelen de participar de la fiesta bajo los efectos del duelo y de la sugestión, pero tiene sentido consentírsela a los valencianos y foráneos que convocan la catarsis del fuego y de la pirotecnia, precisamente como argumento liberador y hasta libertario.

Las Fallas son un gran exorcismo. Las llamas consumen los malos recuerdos y suscitan las mejores esperanzas y expectativas. Las Fallas representan la mejor expresión humana del derroche, del exceso, del énfasis lúdico que nos distingue de los demás mamíferos. Las Fallas son la exaltación de la inutilidad. Y no las estoy cuestionando. Todo lo contrario. Lo superfluo, lo innecesario, el arte, para entendernos, nos significa como humanos.

Trabajar un año entero en una escultura gigantesca para luego convertirla en llamas. Es la dialéctica del ciclo lunar. Morir y resucitar. Por eso las fallas arden en primavera. Y por la misma razón la mascletá, la armonía del ruido, el ruido en armonía, emula el temblor telúrico. Y convierte en diversión colectiva el placebo de la guerra.

El estruendo y el fuego representan el pathos. Esta es una fiesta de purificación. Y no me refiero al efecto purgante del alcohol, sino a la posibilidad de convertir en llamas nuestras pesadillas. Exorcizarlas. Hacer vudú con ellas. Oponer a la desgracia la gracia.

Publicado en Territorio Amón

  1. Nora Says:

    Me dio gusto leer esta nota, cual es el contexto sitio ciudad? Soy de Argentina quiero comprender lo puntual, más allá del excelente desarrollo del punto central, gracias

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