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Olivia, Anna y el Padre Báez

Una locura hundió a dos niñas de 6 y dos años, Olivia y Anna, en lo más hondo del mar de Tenerife, y ha desatado la inevitable oleada de gritos e insultos a sus presuntos autores. Esa misma locura ha empujado a un sacerdote a denunciar a la madre de estas niñas como cómplice de la muerte de sus dos hijas por haber sido infiel a su marido, al que se considera autor material de los dos asesinatos.

A la luz de nuestro filósofo Tertuliano, nos toca recurrir a su sabia sentencia” Ser humano soy, nada que salga de un ser humano me es ajeno”.

Desde un ángulo eclesial toca comprender como Tertuliano, pero al mismo tiempo condenar sin paliativos las palabras condenatorias del sacerdote Padre Báez, que ya ha sido objeto de denuncias por parte de la fiscalía del Estado español, según parece, y de la autoridad eclesiástica del obispado de Tenerife.

Nada que objetar ni a la autoridad civil ni a la eclesiástica, y sí felicitarnos de que esta vez los mecanismos de la opinión pública y de los gobiernos hayan tratado a un eclesiástico como a un ciudadano sometido a las leyes civiles y penales de todo ciudadano. Ya era hora de que España se vaya saliendo de una vez de sus manías nacionalcatólicas y sus respetos y excepciones con los miembros de una confesión religiosa.

El tal Padre Báez ha criticado públicamente un comportamiento que el mismo Jesús no quiso condenar en público cuando juzgó y absolvió a la mujer adúltera o a la samaritana en el brocal del pozo de Jacob. La Iglesia deberá aplicar al caso la penitencia oportuna, dentro del respeto. Un laico ajeno a la iglesia se atreverá seguramente a  reclamar que el tal cura sea arrojado al mar en una bolsa cerrada con un peso de cien kilos que le impida salir a la superficie.

Si tal como dice el Padre Báez hubo problemas sentimentales de infidelidad entre los padres de Anna y de Olivia, resulta infinitamente difícil definir la culpa o la inocencia de uno y de la otra en ese conflicto sentimental, y desde luego debemos respetar como sacratísimo el tema que les afecta a ellos y mucho más hacer a la Olivia y Anna víctimas de este desacuerdo entre sus padres.

Honorio Cadarso
Publicado en Atrio

  1. amparo bellver cebria Says:

    No puedo estar mas de acuerdo.
    Muy buena reflexion.
    Ajustada en continente y contenido.
    Vamos paso a paso pero avanzando.
    Gracias por ayudar a entender desapasionadamente

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