2019: ¿El año definitivo en la lucha contra el cambio climático?
Pronto daremos el pistoletazo de salida a 2019 y, como el alumno feliz por estrenar cuaderno y dejar atrás uno cargado de apuntes, el planeta comienza una nueva vuelta al sol mientras espera que siga calentándolo -pero no demasiado- con sus rayos. Para ello, los gobernantes nacionales e internacionales tienen ya algunas fechas marcadas en el calendario y otros compromisos que, aunque no están definidos totalmente todavía, tendrán que abordar de forma inevitable durante los próximos meses.
En esta ocasión, si hablamos de medio ambiente y cambio climático, el viejo dicho de año nuevo, vida nueva podría reformularse como año nuevo, tareas pendientes. En España, se espera que 2019 sea por fin el año en que se apruebe la Ley de Cambio Climático después de que el Ministerio para la Transición Ecológica presentase un primer borrador. Pese a que aún se desconoce cuándo se procederá a su votación definitiva en el Parlamento, sí se sabe que será una legislación que afectará a todos los sectores de forma transversal y que tendrá algunas líneas maestras como la prioridad en la transición a las energías renovables, el adiós a los coches diésel y gasolina antes de 2040 o la asignación de un 20% de los presupuestos a asuntos relacionados con la lucha contra el cambio climático.
En materia de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cabe esperar que España dé un empujón considerable a su cumplimiento este año que empieza. Nada más aterrizar en el Gobierno, Pedro Sánchez creó un Alto Comisionado para la Agenda 2030, dependiente directamente de Presidencia y capitaneado por Cristina Gallach y pocas semanas después se presentaba voluntariamente al examen de Naciones Unidas para evaluar el grado de consecución de los objetivos. Entonces, cuando se dio a conocer el Plan de Acción de España ante los ODS, también se anunció que en 2019 se lanzaría una Estrategia Española de Desarrollo Sostenible que será efectiva a todos los niveles e implicará a todas las administraciones públicas.
Después del informe de la ONU que advertía de que si no se reducía el aumento de temperatura máximo a 1,5ºC -y no a dos como se recogía en el Acuerdo de París- las consecuencias para el planeta serían irreversibles, la comunidad internacional se ha puesto en marcha para lograr ese difícil objetivo.Tras la COP24 celebrada en noviembre en Katowice –y cuyas conclusiones fueron, para muchos, descafeinadas-, el próximo mes de septiembre Nueva York acogerá una nueva edición de la Cumbre del Clima, donde se diseñarán planes de desarrollo sostenible más ambiciosos que permitan ralentizar el calentamiento global.
Más allá de los días mundiales repartidos a lo largo de los doce meses para concienciar a la población de reducir sus emisiones, reciclar o proteger la capa de ozono, no cabe duda de que la lucha contra el cambio climático marcará la agenda de todos. Uno de los puntos principales que ya está en el centro del debate público es la reducción del uso de plásticos, residuos que terminan en los océanos y que suponen un grave problema medioambiental para todo el globo –de hecho, la Fundéu ha hecho de microplástico su palabra del año–. La Unión Europea ha anunciado ya que prohibirá la fabricación de plásticos de un solo uso antes de 2021, por lo que este año será clave para empezar el destierro de pajitas, bastoncillos o platos y cubiertos de usar y tirar. La población ya ha comenzado a tomar conciencia y el uso de bolsas de tela reutilizables, la apuesta por materiales más sostenibles o la vuelta del granel serán otros de los temas que marcarán la actualidad en los próximos meses.
Aunque con la puesta en marcha de Madrid Central hace unos meses la cuestión lleva meses en la calle, la movilidad sostenible es otro de los grandes asuntos que seguro seguirán protagonizando debates, mesas y encuentros en 2019. La apuesta por vehículos eléctricos y la descarbonización -presentes también en la mencionada Ley de Cambio Climático- o el fomento del transporte público, así como el uso de recursos de la economía colaborativa, son algunas de las líneas maestras de un asunto aún sin cerrar en el entorno urbano… Pero también en materia de aviación.
Definitivamente, en 2019 tendremos que hablar (y mucho) de calentamiento global y cambio climático, pero también de migraciones, pobreza, despoblación, derechos humanos y muchos otros desafíos sociales. Es cierto que hay mucho trabajo por delante, pero nos quedan doce meses para abordar todos estos temas sin perder un minuto… porque si posponemos los propósitos para el año que viene, es posible que sea tarde y el despertador haya sonado ya.
Guadalupe Bécares
Artículo publicado en Ethic