Evelyn Mesquida – «Y ahora, volved a vuestras casas»
Libro: “Y ahora, volved a vuestras casas”.
Autor: Evelyn Mesquida
Editorial: Ediciones B
Año 2020
……………………………………………………………………….
El título de este libro corresponde a las últimas palabras del discurso del general De Gaulle, en Toulouse, recién estrenada la liberación de esa ciudad en Septiembre de 1944.
Toulouse era la ciudad roja del sur de Francia al final de la guerra. Significada por ser el centro de gravedad de la resistencia armada contra el invasor alemán en la guerra del 1939-45 constituyó durante mucho tiempo lugar preferido como residencia por muchos republicanos españoles en tanto duró el exilio.
La autora en éste relato busca la historia de muchos combatientes en la sombra de aquellos años. Para ello ha tenido que recoger los testimonios de los republicanos españoles, o de sus familias, que contribuyeron a esa lucha por la liberación de Francia.
Muchos de ellos no volvieron porque terminaron estableciéndose allí, otros lo hicieron mucho mas tarde a una España democrática que ya ni conocían. Algunos no volvieron por falta de apoyo económico, por haberlo perdido todo.
Se cuenta por los datos historiográficos, que en una veintena de los departamentos franceses del centro y del sur de Francia los maquis españoles fueron imprescindibles y en algunos de ellos, su arrojo y valentía fue determinante para liberar pueblos y ciudades.
Su colaboración no solo se redujo al territorio metropolitano francés sino que se extendió a las zonas de habla francófona de las colonias francesas como Argelia y el Magreb, donde la colaboración culminó en su alistamiento dentro de las fuerzas armadas francesas.
El trabajo de esta periodista alicantina, corresponsal en Francia de la revista “Tiempo”, ha consistido en recopilar y poner voz a los testimonios de muchos de esos resistentes sobre todo en aquellos territorios que más contribuyeron a liberar. En algunos casos, ante la ausencia ya de éstos, la autora ha recogido cartas, y testimonios de sus familiares.
El asunto de la liberación de Francia en aquellos años ha sufrido varias interpretaciones a cargo de los historiadores del país vecino. Los motivos son muchos y diversos, entre los cuales se pueden citar los siguientes: el papel del Estado francés en la Francia de Vichy y su colaboración con la ocupación alemana. Los datos cuando no fueron destruidos, fueron oscurecidos en función de la coyuntura política durante los años posteriores conflicto, sin contar la ocultación de muchas pruebas comprometedoras de ese período, al papel de algunas autoridades en la deportación de los judíos franceses y de extranjeros para depredar sus bienes, y por último, el confuso y desigual papel de muchos ciudadanos en todo el período de ocupación, vinculado a ciertos silencios y al olvido deliberado.
A este otro lado de la frontera, las causas son aun más evidentes, la pesada losa del franquismo sobre el exilio, la persecución de todo disidente en el interior, la tardía llegada de la democracia a España marcada por el olvido, y el escaso interés y la pesada carga por esclarecer los hechos de unas débiles autoridades democráticas acosadas por el golpismo. Un episodio más de la asignatura pendiente referida a la memoria histórica.
En el ámbito escolar, la consecuencia de todo ello se ha visto en la disputada asignatura de educación para la ciudadanía. Tan solo el gobierno de Rodríguez Zapatero y el actual han mostrado interés por correr la losa del olvido.
La polémica sobre el papel jugado por los colectivos republicanos españoles en todo esto ha durado en el tiempo más allá de lo inimaginable como para poner en claro su papel y su aportación a la causa de la democracia y su contribución desde el exilio.
Hay que tener en cuenta que la documentación oficial de los archivos del Estado se decidió en Francia mantenerlos bajo custodia durante 50 años, y aunque recientemente se ha liberado algo su acceso en parte, aun quedan detalles por esclarecer.
No digamos en España, donde esto durante el franquismo ha sido terreno vedado. A la destrucción de las huellas se suman los silencios. Aún quedan secuelas pendientes después de 40 años de democracia, no solo en las cunetas sino en los archivos, dado que sigue vigente la ley de 1968 de secretos oficiales dictada en el periodo dictatorial y que aun se encuentra vigente.
Estos temas anteriormente citados han tenido como consecuencia posponer y calibrar el alcance de la colaboración de los republicanos españoles en su liberación. Hasta hace muy poco tiempo no se ha celebrado y reconocido públicamente dicha colaboración en la liberación de Paris y la prueba es que aun se siguen celebrando efemérides y otorgado medallas de reconocimiento a varios combatientes hasta hace muy pocos años.
Por ello, son interesantes las aportaciones como las de Evelyn Mesquida con su libro sobre “La nueve” que constituyó un considerable éxito publicitario a ambos lados de la frontera y que ha aportado no pocos datos de esos esfuerzos por reconocer la aportación de los republicanos españoles en la causa de la libertad y la democracia.
En esta nueva entrega se han aportado otros nuevos referentes de aquellas personas de los departamentos franceses meridionales donde el esfuerzo alcanzó mayor envergadura.
Se pueden citar muchos, están en el texto, pero citaremos dos por la trascendencia que tuvieron.
Uno fue la Red “Ponzán” formada por muchos resistentes que además de combatir a las tropas alemanas se organizaron para pasar por la frontera a aviadores británicos, agentes de inteligencia y colectivos judíos y hacerlos llegar a Portugal o a Gibraltar.
La otra fue de tipo estrictamente militar, tal y como se señala la destrucción de una columna militar alemana formada por cientos de soldados en “La Madeleine”, combate singular que libraron unas pocas docenas de guerrilleros del maquis español en una emboscada que supuso la entrega de todo el material y de abundantes prisioneros.
Las entrevistas realizadas y recogidas en el texto constituyen una narración de gestas y penalidades, de idealismo y de sacrificios, que han jalonado los caminos y las ciudades de Francia y que merecen nuestro reconocimiento. Es una página más de la memoria de este país y de sus gentes para que no caiga en el olvido.
Pedro Liébana Collado