«Hay niñas con pene y niños con vulva, así de sencillo», la campaña que arrasa en el País Vasco
La asociación de familias de menores transexuales Chrysallis lanza una campaña de concienciación sobre la transexualidad infantil ‘Niñas con pene y niños con vulva’, en las marquesinas de autobús y metro de Euskadi y Navarra.
Beatriz Séver, portavoz de la Asociación Chrysallis, que ha lanzado en Euskadi y Navarra una campaña para dar visibilidad a los niños transexuales, ha justificado la iniciativa afirmando que «la transexualidad no se elige, se es; si se pudiera elegir, nadie lo haría, dada la situación que viven estos niños».
La campaña, que pretende visibilizar y normalizar la transexualidad de los menores, se ha lanzado con carteles en marquesinas de paradas de autobuses y del metro, así como en redes sociales, con una imagen y el lema «Hay niñas con pene y niños con vulva».
La iniciativa ha sido financiada por un mecenas americano anónimo que ha exigido firmar un acuerdo de confidencialidad, según ha señalado Séver en una entrevista con Efe. La imagen de la campaña, que muestra en un dibujo desnudos a niños y niñas transexuales junto con otros no transexuales, fue censurada por la red social Facebook, que argumentó que la aparición de genitales en las imágenes era incompatible con sus normas.
«Como no queríamos entrar en polémicas que nos alejaran del mensaje y de nuestro verdadero objetivo, modificamos la imagen para Facebook, ocultando los genitales. Al final, el caso se ha hecho viral y ha habido mucho apoyo, no sé si esto ha sido algo bueno o malo», ha comentado Séver.
La labor de Chrysallis Euskal Heria, según la propia asociación, es la atención y asesoramiento de las familias de estos menores, además de defender sus derechos en distintos ámbitos, como el educativo, sanitario, social o jurídico, entre otros. Para Séver, la realidad que viven estos niños es muy difícil de superar.
«Tener que aceptar que todo el mundo te trate como un hombre cuando sientes que no lo eres es una situación muy dura», explica. Es por esto que, según la portavoz de la asociación, se ven todos los días casos de «niños de 8 años que están con ansiolíticos, incluso queriendo morirse por no poder ser quienes son«.
De hecho, según Chrysallis, «recientes estudios han demostrado que la tasa de suicidio de los adultos transexuales a quienes en su infancia se les negó su identidad es considerablemente superior a la media».
Para la asociación, la transexualidad es un hecho más de diversidad, porque es «la condición por la que el sexo de una persona (su sexo sentido) no corresponde con el que se le asignó al nacer en atención a sus genitales». Además, afirman que es «crucial» un reconocimiento por parte de la sociedad, ya que de la comprensión social depende la calidad de vida y felicidad de estos niños.