La CUP, Lenin y los Sirex
En el corto de Luís Buñuel, Un perro andaluz, cuyo guión compartió con el catalán Dalí, puede verse a un personaje arrastrando una cuerda a la que están atados dos trozos de corcho, dos frailes maristas y dos pianos de cola con dos burros pútridos encima. Así veo yo a las distintas opciones anticapitalistas que se nos ofrecen en el mundo. Unos individuos arrastrando un viejo cuerpo ideológico y político (el leninismo) que demostró su fracaso como modelo alternativo al injusto sistema capitalista. También arrastran a unos personajes políticos que fueron responsables de esas dictaduras comunistas, incluyendo a los vivos como Raúl Castro y Maduro, que con su gestión política ahuyentan la expectativa por un nuevo anticapitalismo verdaderamente democrático. La cuerda no ha sido cortada; porque los anticapitalistas no han revisado autocríticamente la historia del comunismo, ni las teorías que lo posibilitaron. Todos los lastres siguen atados a la cuerda: Lenin con sus obras teóricas y sus acciones de gobierno; la dictadura del proletariado (en forma de Asamblea Constituyente o Soviet Supremo); el partido único y su nomenclatura dirigente.
Dado por imposible el surgimiento de un anticapitalismo con raíces democráticas, y crítico con el pasado comunista, lo único que nos resta es lamentarnos de las diversas caricaturas políticas que con el marchamo de anticapitalistas se nos ofrecen. Todas pintorescas; aunque algunas más que otras. Y entre estas comedias bárbaras, vemos el cartel que los nacional-bolcheviques de la CUP han sacado para la campaña del referéndum catalán; en la línea más genuina de su vejez ideológica. El ilustrador del cartel —atado a la cuerda— no ha sido capaz de crear una obra con nuevo y actual diseño para ofrecer la misma idea (nada que objetar), pero ajustada a nuestro tiempo. Y ha copiado descaradamente un cartel soviético donde Lenin barre a representantes de la clase dominante rusa. La CUP es una organización repleta de jóvenes viejos; y algún viejo/a estancado en su leninismo de los años 70. Menos mal que en el cartel hay un claro mensaje cifrado nacionalista: el grupo catalán los Sirex cantando Si yo tuviera una escoba. Ay, si yo la tuviera, cuántas cosas barrería.
Juanjo de la Asunción
Artículo publicado en Última Hora de Mallorca.
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