El periodista Carles Francino ha planteado una dura reflexión —en el programa de la Cadena Ser La Ventana— tras conocerse que el tribunal que juzga a La Manada, los cinco jóvenes que presuntamente violaron a una chica en los Sanfermines de 2016, admitió a trámite el informe elaborado por un detective privado sobre la víctima en los meses posteriores a la agresión sexual.
Se pregunta —y duda— Francino: «¿Qué se intentaría demostrar exactamente con ese seguimiento de la chica a posteriori? ¿Por qué interesa tanto cómo es su vida, su día a día? ¿Acaso existe algún patrón de conducta para las mujeres violadas que sirva como certificado de la agresión?».
Para el periodista, «lo que queda meridiana y lamentablemente claro» es que «dudar de la palabra de una mujer que dice haber sido agredida sigue funcionando; o por lo menos sigue formando parte del paisaje».
En este punto, sentencia Francino: «Constatar una vez más que ese cliché de la mujer mentirosa y taimada sigue vigente, me provoca una rabia y un asco tremendos».