El dilema
Con gran alegría de los grandes medios de comunicación parece que, en estos momentos, Podemos esté algo atascado. Es normal. ¿Qué movimiento no tiene sus altibajos?
A mi entender la cosa se explica porque concurren diversos motivos, uno: que el crecimiento tan exponencial que se produjo tras su aparición no podía mantenerse por dos buenas razones: Una porque tenía su techo: este es un país donde la derecha sociológica es muy numerosa y ese es un territorio vedado a un movimiento tan genuinamente de izquierdas.
Y el otro motivo es que el espacio de la izquierda estaba y está dividido (en ocasiones bastante artificialmente) en grupos que se comportan como si fuesen antagónicos. Para mí la fundamental originalidad de Podemos ha sido convencer a mucha gente de izquierda, y a otros no tan de izquierdas, de que había que conquistar mediante las urnas la Moncloa y que eso era posible con la unión de todos. Pero costó mucho que esto fuese entendido por las distintas fuerzas llamadas a participar en ese hipotético desalojo de M. Rajoy del sillón presidencial. IU y otros lo entendieron tarde, (¿qué le pasa a Llamazares? pero el PSOE ni estuvo ni está por la labor, porque para ellos parece ser que lo importante no es España, sino conservar su Partido para así cumplir con su status de oposición apersogada. Por eso se mantienen sin ningún tipo de rubor en el NO ES NO .. PERO SÍ.
No poseo una bola de cristal, pero creo que el estancamiento de Podemos se va a prolongar por un tiempo, puesto que la derecha más corrupta (PP y Convergencia) han sabido colocar en el centro de la preocupación de los españolitos uno de sus recursos más eficaces y predilectos: la guerra de banderas. Así nos mantienen entretenidos mientras ellos van a lo suyo: cargarse la hucha y el sistema de pensiones; que los salarios de este país compitan a la baja con los más miserables de Europa mientras uno de cada cinco jóvenes está en el paro sin perspectivas ni esperanza de encontrar trabajo; se cargan de paso el sistema sanitario deteriorándolo descaradamente ante nuestras propias narices a fin de facilitar nuestra caída en manos de la sanidad privada; mientras se han olvidado por completo de la Ley de Dependencia cargándose (y vanagloriándose de ello) su financiación; mientras … y … la lista es interminable.
Nada de esto les preocupa a catalanistas ni españolistas. Mientras los nacionalismos enreden y hagan tanto ruido con sus luchas fratricidas Podemos no podrá decir ni pio porque será la “enemiga” de los dos bandos. Se les exige que tomen partido por cualquiera de las dos imbecilidades en guerra y como no entran a ese trapo son tratados de traidores por todos. Y lo mismo se puede decir que les pasa en el resto de España. Realmente lo tienen muy mal porque, aunque parezca mentira, a la ciudadanía parece interesarle más los problemas sobre fronteras e identidades que, por poner un solo ejemplo, que el Sistema de Pensiones se esté diluyendo ante sus narices.
¿Se han percatado de que en las tertulias televisivas ya no se habla de Venezuela? Ya no les hace falta porque con lo de Cataluña y las andanzas de Puigdemon han encontrado un chollo de incalculable valor.
¡Qué tranquilo y feliz se le ve a M punto Rajoy! Así da gusto.
Miguel Álvarez