Tras Bildu y su ecosistema, con coches abanderados por calles y plazas tocando el claxon, como don Nicanor tocaba el tambor, apareció ayer en el firmamento patrio, mayormente en el de plasma y escrito y en el de quienes viven de lo y la política, un coronel de la guardia civil cesado por un ministro del gobierno español. Los coroneles tenían. cuando juré bandera, usía. Los ministros del general Franco tenían tratamiento de excelencia. Algunas precisiones formales y de fondo hay que hacer, creo.
Una asociación de oficiales y mandos del Instituto ha publicado un comunicado contra la decisión ministerial quejándose de que han de estar a las querencias de los políticos de turno. ¿Y qué han hecho toda su vida sus antecesores y ellos?. Si don Camilo Alonso Vega, director general del Cuerpo y luego ministro de la Gobernación del generalísimo de los tres ejércitos, S.E. Don Francisco Franco Bahamonde, pudiera o pudiese ahora por un milagro de la Santísima Virgen del Pilar en carne mortal en Zaragoza, haber cesado, como hacía, a un coronel, y a un general al mando de una zona, ¿ qué hubieran dicho estos esforzados mandos a parte de hablar bajo en los cuartos de banderas?. ¡Lo que tiene uno que ver, leer y oír a sus años!.
¿Cómo han ascendido al generalato los coroneles?. Por decisiones políticas. Cuando no por cobeo descarado a los políticos de turno. Y ¿cómo se han mantenido en sus puestos de mando los mandos?. Mandando lo que los que mandaban deseaban que mandaran los mandantes.
Hoy la autoridad civil es la elegida por los españoles en voto secreto y directo, por mucho pacto frankestein que exista. Pese a que el señor Abascal que ha vivido siempre de la olla grande, y sigue, se quiera arrogar la Patria inmortal en propiedad privada con nota simple en el registro, no deja de ser un civil que añora mandar a la guardia civil o a una centuria de la Falange, para que otros hagan guardia junto a las estrellas.
Si los mandos firmantes, en el caso de que lo hayan hecho, consideran que la autoridad civil no ejerce el mando y el control sobre los uniformados, que lo digan alto y claro. Ya tuvimos ocasión de ver a uniformados de verde saltar por las ventanas, bajas, del Congreso después de haber disparado sobre los políticos de turno, desarmados, y zamarrear a un teniente general, de paisano y sin divisas.
Aquí hemos decidido pasarlo todo por alto, pero conviene no engañarse. Hay que recordar que estamos en la UE y con su ordenamiento como marco. Y que el general jefe del Ejército francés fue destituido hace un par de años por mostrar disconformidad con una opinión del Presidente de la República.
Otro asunto es si el coronel cesado cumplía o no instrucciones de una magistrada en ejercicio de su competencia y autoridad. En ese caso, será dicha magistrada quien deba defenderlo con la ley en la mano. Pero los uniformados, ante la autoridad civil, de turno, elegida por los españoles, deben estar en primera posición de saludo y “a las órdenes de vuecencia, señor ministro”.
mayo 28th, 2020 at 8:35 am
Acertado y necesario.
Gracias