El retorno definitivo de Raimon en Xàtiva
En un acto solemne, en el emblemático Salón de Cortes del Palau de la Generalitat Valenciana, con presencia institucional del más alto nivel, Raimon, el cantautor de Xàtiva y una de las figuras más relevantes de nuestra cultura en el siglo XX, ha firmado el protocolo para ceder a su ciudad natal sus bienes y su patrimonio. Una fundación que llevará su nombre y el de su esposa, Annalisa Corti, gestionará la creación de un centro cultural en el Convento de Santa Clara, proyecto aún sin fecha. En todo caso, el horizonte futuro del retorno definitivo del hijo predilecto.
«Yo sé, yo sé, yo sé, que volveré a la calle Blanco». Este verso, citado por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig , de la canción «He dejado mi madre», era el subrayado premonitorio del día que Raimon , una de las figuras centrales de la cultura del País Valenciano y de la cultura en catalán del último medio siglo, escenificaba su regreso a la ciudad que el nació. Vuelta simbólica en forma de cesión de su legado y de articulación de un espacio que servirá para agruparlo y por dinamizarlo. Un eje de memoria, de pasado, pero también de presente y futuro. Que no estará en el célebre calle Blanco, pero sí en el centro de la ciudad, en la parte de la enorme complejo del convento de Santa Clara que da al señorial calle Montcada,cerca del monolito dedicado a los Maulets .
La decisión estaba tomada desde hace tiempo y, de hecho, el acto de hoy tenía que haberse celebrado el pasado 26 de marzo. El coronavirus ha aplazado la firma, como ha ocurrido con tantas otras cosas, pero como decía Raimon, «debemos proyectar no como si no fuera la pandemia, pero si con visión de futuro». A pesar de presentar un inmejorable aspecto en función de su edad, el artista, nacido en diciembre de 1940 y retirado de los escenarios en 2017, no será eterno, como evidenciaba el gesto de pedir una silla para no tener que afrontar pie toda la larga comparecencia ante los periodistas que incluyó, como ocurre en estos casos, la cargada agenda informativa del día. Raimon ya tiene una edad, en definitiva, y tanto a él como a Annalisa Cortiles hacía ilusión ver materializado el proyecto de un gran centro cultural activo y que englobara su legado, la discoteca, incluyendo los másters de los discos y material diverso, la biblioteca y una colección de arte imponente con obras de algunos de los grandes artistas coetáneos de Raimon, como Tàpies , Heras , Miró o Alfaro . El archivo audiovisual ya había sido cedido en 2015 en la Filmoteca de Cataluña.
Vestido con camisa y pantalón blancos a juego con el pelo de un blanquecino nuclear, con zapatos y cinturón marrones, Raimon explicó la génesis del proyecto. La primera intención tenía un marcado simbolismo, con el intento de adquisición de un inmueble de la calle Blanca que se descartó por considerar abusivas las pretensiones económicas del propietario. Era el año 2010, coincidiendo con los recitales que Raimon hizo en Xàtiva tras siete años sin actuar en su ciudad, la época en que presentaba las nuevas canciones que darían lugar a su último álbum de inéditos, Reloj de emociones (2011).
Descartada esta vía, Annalisa Corti y Raimon redactaron un testamento repartiendo el patrimonio entre Xàtiva, Valencia y Barcelona . Las dos primeras, las ciudades que lo hicieron «como persona», la otra, la capital de Cataluña, el país que «me ha hecho posible como cantante». Con todo, hay un punto de inflexión, cuando antes de morir, uno de los grandes amigos de Raimon, el empresario y mecenas Joan Juan , presenta al artista el empresario Vicente Quilis . Una nueva amistad que hace que los viajes en Xàtiva frecuentes y que empuje el matrimonio a replantearse la idea y concentrar el legado en la capital de la Costera y habitar un centro que proyectara cultura. «Tenía que ser un espacio vivo, de actos culturales», resumió el cantante.
Reivindicación de Raimon
Un acto de primera piedra, por decirlo así, que sirvió para agradecer Raimon el gesto con su ciudad y Valencia. Con los cambios de gobierno de 2015, que dejaban atrás décadas de gestión de la derecha, las instituciones valencianas corrigieron años de menosprecio con la Alta Distinción de la Generalitat o la declaración de Hijo Predilecto de Xàtiva , reconocimientos que se ponían al nivel de los que ya había recibido en Cataluña, el último el Premio de Honor de las Letras Catalanas . Ahora, a la firma del protocolo también se le ha querido dar un alto rango institucional, con un acto en el que estaban presentes, además de Puig y Cerdà, el ministro de Cultura, el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes , y presidente de la Diputación de Valencia,Toni Gaspar , representantes de las instituciones que han firmado el protocolo. Entre el público también estaba la secretaria de Cultura Raquel Tamarit .
El autor de himnos como «Al vent» o «Digamos no» ultima el retorno definitivo a la ciudad que lo vio crecer y marchar. El viaje necesario para poder ser quien fue.
Xavier Aliaga
Artículo publicado en El Temps