Robert Harris – «Munich»
Libro: “Munich”.
Autor: Robert Harris
Editorial: Grijalbo
Año 2018
El texto es una novela escrita por el periodista y escritor británico, Robert Harris, famoso por que sus obras están muy bien documentadas y suelen ser “best seller”. El autor suele escoger para ello retratos históricos de fácil adaptación al cine. Algunos son ucronías, otros son reconstrucciones ceñidas al momento histórico como es el caso de esta obra. Netflix distribuye “Munich, en vísperas de una guerra”, que es la versión cinematográfica de esta novela, que se ha rodado bajo la adaptación del propio autor.
Esta obra es un retrato ilustrado y documentado de los momentos más importantes, previos a la invasión alemana de los Sudetes (Checoslovaquia) que se gesta y se ejecuta en el mes de octubre de 1938. En los días anteriores al evento se produce en la ciudad de Munich un intento del Premier británico por evitar la invasión de Checoslovaquia por las tropas alemanas. Fue un momento más de cesión de Gran Bretaña en su política exterior.
Ahora que la tensión internacional se centra en Ucrania. Este relato de Robert Harris nos sitúa en los momentos previos a un proceso de anexión territorial en el ámbito europeo, con connotaciones similares a aquel.
El contexto, aunque situado en una geopolítica diferente, contiene datos de tensión y propaganda similares al actual momento de político, que se desarrolla todavía sobre el prisma y la mediación del papel de la diplomacia en el proceso.
La Rusia de Putin, sometió a su control, hace un tiempo, los territorios de Dombás y Crimea, situados en la actual Ucrania, y continúa ejerciendo una amenazante presión en el límite de sus fronteras. Se percibe una expectación de alto voltaje, similar a la conflictividad de aquel momento, cuando Alemania ejercía su supremacía en Europa.
La descomposición de la antigua URSS ha conducido a un proceso en que la hegemonía de Rusia vuelve a manifestarse intentando recuperar territorios que, en el fondo, sigue creyendo que son suyos.
Después de aquellos momentos creíamos que Europa estaba conjurada para quedar al margen de cualquier intervención militar de las grandes potencias en Europa, si consideramos aparte el avispero y la descomposición de la antigua Yugoslavia. Aquel conflicto supuso una gran pérdida de vidas y notables cambios en el mapa político europeo. Vuelve, por tanto, la tensión y los tambores de guerra en nuestro continente, como en los peores momentos de la guerra fría, o los conflictos armados de mediados del siglo XX.
Las amenazas militares y los deseos de paz de entremezclan de nuevo en los análisis de las Cancillerías occidentales, como en aquellos momentos previos a la guerra de 1939.
Entonces, primero se transigió por las potencias occidentales con la anexión de Austria, en primavera de 1938. Está muy bien retratado el momento por Éric Vuillard, en su obra “El orden del día”, novela que fue premiada con el premio Goncourt.
Luego cronológicamente vino el conflicto de los Sudetes. Dicha crisis desencadenó otro momento difícil en un contexto político y militar de alto voltaje sobre los últimos compases, antes del desenlace final, de la guerra civil española. Su resultado acabó de marcar la espiral de tensión del momento, situando la política internacional en un punto de no retorno. Meses después se produjo la invasión de Polonia en septiembre de 1939, dando al traste con el periodo de paz existente. Fueron unos meses trepidantes para la historia.
El relato de Harris, recoge en esta obra el final del mandato del británico Neville Chamberlain, que, abandonaría su puesto, y moriría de cáncer poco después de estos sucesos, y el agresivo y militarista régimen nazi, bajo la dirección de Adolf Hitler.
Ambos jugaron sus bazas bajo presiones evidentes, cuando no de abierto chantaje, de la cancillería alemana sobre el líder británico, actitud calificada por los observadores, de descarada, para impulsar la anexión incruenta de la minoría alemana situada en ese territorio europeo.
Chamberlain sortea una y otra vez las propuestas de la administración alemana, evitando la guerra, no tanto buscando la paz, en la que cree, hasta que el proceso se descontrola meses después.
Algunos observadores han valorado la demora, no solo en el conflicto y, en el contexto internacional, como en los propios objetivos del Imperio Británico, comprometido en ganar tiempo, para prepararse y hacer frente a lo que se avecinaba. Ese mecanismo de sopesar las opciones de la guerra y la paz están sobre la mesa en el relato, y son el eje sobre el que discurre la acción.
La novela de Harris es una instantánea fotográfica de los cruces de comunicados, reuniones y propuestas de los dignatarios de ambos países. Entre tanto, Francia, incapaz de tomar decisiones, seducido por la búsqueda de la paz a cualquier precio, al igual que la Gran Bretaña, no acertó a pertrecharse lo suficiente para contestar a lo que se les venía encima. Tampoco lo hizo Rusia, que había acordado defender la integridad de Checoslovaquia, ofreció resistencia.
La respuesta de Francia se limitó a mover algunas tropas a la línea Maginot, y esperar acontecimientos, incumpliendo el vigente acuerdo de apoyo a la integridad territorial de Checoslovaquia. Todo el proceso queda muy bien reflejado mediante un detallado análisis, casi cronológico, de los hechos, para comprender el fenómeno.
La puesta en escena se mueve bajo la línea vital de dos amigos que estudiaron en Oxford al comienzo de los años 30, y que luego el destino los vuelve a juntar en medio de esta crisis. La tensión de cada uno de ellos, a un lado y otro de ambos bandos, galvaniza el proceso, y los sitúa de manera dramática en medio de los hechos históricos.
Tanto la descripción del escenario junto con el hilo conductor de la novela, y la verosimilitud de sus bien dibujados personajes, hacen de la obra un relato muy ajustado. Está tan bien construida la narración y tan sobrio el estilo literario, que acaba por absorber la atención del lector.
Pedro Liébana Collado