Anonymous declara la ciberguerra a Putin y pone el foco en la cadena «de propaganda global» rusa
Después de que Rusia comenzase su ataque tras un comunicado de Vladímir Putín en la madrugada del jueves, el grupo de ciberactivistas Anonymous ha declarado la guerra a Rusia. Así lo han confirmado a través de su cuenta de Twitter, asegurando que «el colectivo Anonymous está oficialmente en guerra cibernética contra el Gobierno ruso«.
Además, Anonymous ha asumido la autoría del ciberataque que ha inhabilitado las páginas del canal de noticias RT en inglés y en ruso, a las que era imposible acceder en la madrugada de este viernes. «El colectivo Anonymous ha eliminado el sitio web de la estación de propaganda rusa RT News», rezaba el comunicado en Twitter.
El colectivo también reconoce haber atacado algunas de las páginas web del Gobierno ruso. «Nosotros, como colectivo, solo queremos la paz en el mundo. Queremos un futuro para toda la humanidad. Así, mientras la gente en todo el mundo rompe en pedazos a sus proveedores de Internet, entiendan que esto está totalmente dirigido a las acciones del Gobierno ruso y Putin», declaraba otra cuenta de Twitter perteneciente a Anonymous.
El Centro de Coordinación Nacional de Rusia para Incidentes Informáticos considera «crítica» la sucesión y amenaza de ataques informáticos a medios de comunicación. “Amenaza de ciberataques a los recursos de información rusos. Nivel de amenaza: crítico”, recoge un comunicado con fecha del 24 de febrero.
En la madrugada del jueves, el presidente ruso anunciaba en un discurso pregrabado emitido en televisión el comienzo de la ofensiva rusa en los territorios separatistas de Ucrania con la excusa de «buscar la desmilitarización y desnazificación» del país. Putin comunicaba a las tres de la madrugada su decisión de «llevar a cabo una operación militar especial» de acuerdo con el artículo 51 de la carta de la ONU, «con la autorización del Consejo de Federación y en cumplimiento de los tratados de amistad y asistencia mutua».
Andrea Amantegui Guezala
Publicado en La Vanguardia