La otra energía
Sí, lo sé, está mal visto apoyar al gobierno, está de moda la zancadilla por activa y por pasiva. Y sé que se multiplica el eco de los criticastros formando una bola de nieve gris
que arrastra todo lo que pilla a su paso. Todo esto lo sé. Y es desesperante que unas medidas de ahorro energético obvias, necesarias, y que se toman en todo el mundo,
aquí, en nuestro pequeño mundo de miserias, sean motivo de reyerta política y de salidas de tono de cualquier tipo. En este mundo pequeño confundimos debate con acoso y derribo, y ahorro energético con agresión.
Pero hay otra energía que deberíamos ahorrar también, y deprisa. Me refiero a la energía que consume debatir lo zafio, lo inmoral, lo que resulta evidente. Es agotador tener que defender valores como la libertad frente a quienes la manipulan y la meten en su maleta al servicio de intenciones perversas. Resulta cansino tener que exigir a los medios una información limpia, sin contaminaciones de todo tipo y, a ser posible, sin titulares tramposos. Consume mucha energía recomponer cada mañana el sentido
común y la razón. Porque, ¿saben? los que absorben nuestra energía no duermen, imagínense, y pasan las noches tramando trampas, inventando verdades a medias, sembrando arenas movedizas.
Qué difícil es construir nuevos principios, y qué fácil se destruyen con una cerilla de consignas breves, tendenciosas y envenenadas. Nuestros bosques de valores se vuelven cenizas, nuestros edificios de ideas se convierten en ruinas, y hay que invertir energía intelectual no para avanzar, no vayan a creer, sino para no retroceder.
Toda la energía que despilfarramos para defender lo obvio la necesitamos para otras cosas. Para vivir y convivir, para ser felices, para investigar, para mejorar las condiciones de vida de todos y todas. Y sin embargo, se va por el sumidero de las rencillas baldías, de la confrontación innecesaria, de los broncos enfrentamientos sin sentido. Y nos agota.
Imagino que, por una vez, echamos aceite en la maquinaria en lugar de arena, y esa maquinaria llamada Convivencia, en mis sueños funciona muy bien, permite el desacuerdo resolviéndolo con el acuerdo, y camina a buen ritmo gracias al ahorro de nuestra energía vital. Eso imagino.
Rafa Rivera
agosto 14th, 2022 at 1:13 pm
nuestro querido amigo siempre tan certero