Más de un centenar de personas se han concentrado esta tarde en las 4 esquinas de la Malva-rosa para exigir un plan integral contra la droga en este barrio de València y acabar con la degradación urbana y la inseguridad en las Casitas Rosas.
Los manifestantes portaban una gran pancarta con el lema «Malva-rosa digna sense drogues» y dibujaron un gran corazón sobre el suelo con velas. En el centro de este corazón se podía leer la frase «Malva-digna».
Además, los concentrados llevaban letreros con lemas como: «No al mercado de la droga», «Plazas dignas no descampados», «Solución Casitas Rosas» y «+Parcs – Descampats».
La protesta pacífica incluyó el acompañamiento musical de una colla de tabal i dolçaina, y terminó con una «globotá».
Entre los presentes, el portavoz de Amics de la Malva Pau Díaz para llamar al vecindario a movilizarse porque ante la presión en la calle «la administración mueve ficha». Por eso, ha calificado el anuncio realizado por la vicealcaldesa Sandra Gómez de los posibles derribos en las Casitas Rosas de «buena noticia» aunque ha apuntado «los vecinos queremos participar en ese plan integral».
En ese sentido, este portavoz afirmó entre aplausos: «Tenemos que darle una patada en el culo al mercado de la droga».
La asociación de vecinos de la Malva-rosa apuesta «por un barrio digno e inclusivo», y por eso hay que abordar el problema central del barrio, «impulsar un plan integral para Casitas Rosas, combatir las mafias del mercado de la droga que esclaviza personas y degrada el barrio», tal como afirman sus responsables.
Fuentes vecinales afirman: «Entendemos la dificultad de un plan integral complejo como es el de Casitas Rosas. Pero se ha de empezar. Tendrá que ser urbanístico, social, de infraestructuras, y no será fácil. Pero en la Malva el vecindario está harto y vivimos con ello cotidianamente. Es el momento de abordar el problema central».
En ese sentido, apuntan: «Queremos participación vecinal en el plan de la Malva-rosa. La comisión del ayuntamiento para nuestro barrio ha tenido una única reunión, la de su constitución, el pasado febrero. Nos han dejado claro que sin presión ciudadana el barrio no avanza. Así que volvemos a la calle porque es el camino democrático que ahora tenemos abierto. El vecindario lo está demandando», lamentan.
En los últimos días, tanto el alcalde Joan Ribó como la vicealcaldesa Sandra Gómez han realizado varios anuncios en la línea de que se va a acabar ya con el problema de las Casitas Rosas y se van a derribar estos bloques en franca degradación urbana donde se concentran un buen número de narcotraficantes y narcopisos.
J.M. Vigara
Publicado en Levante.emv