«Con la A» cierra
Si el 50% de la población habla, estudia, conoce aspectos de su vida, que pueden mejorarla sensiblemente, toda la sociedad sale ganando porque aumenta su riqueza cultural
No querría, de ninguna manera, tener que escribir esta nota. Pero así es: en una sociedad capitalista, como la que nos ha tocado vivir, el dinero manda. con la A es un lujo no sólo para las mujeres -la revista ha tratado temas urgentes que nos atañen directamente-, sino para la sociedad en general, dado que está pensada para que las mujeres tengan un medio de expresión y de investigación y lo pueda trasladar a toda la ciudadanía. Si el 50% de la población habla, estudia, conoce aspectos de su vida, que pueden mejorarla sensiblemente, toda la sociedad sale ganando porque aumenta su riqueza cultural.
Los 84 números publicados en los diez años que se ha mantenido con la A, gracias a las personas que en 2012 decidieron, con su aportación económica, que debían iniciar su andadura -Isabel García Guindo y Alicia Gil Gómez-, han tratado temas fundamentales: salud y género; violencia contra las mujeres; mujeres en la Literatura, en el Deporte, en la Música, en la Pintura; mujeres rurales, juristas, científicas, mujeres mayores, empresarias, cuidadoras, refugiadas, arquitectas… Y algunos temas se han tratado reiteradamente, como la violencia, en todas sus manifestaciones -abusos, acoso, violación, prostitución, trata y explotación sexual-, o la desprotección de las mujeres migrantes, refugiadas o desplazadas. La educación y la denuncia de las brechas de género han sido otro aspecto que ha preocupado especialmente.
Cada tema ha sido tratado siempre por especialistas y por las personas afectadas. Es decir: se ha contado con la opinión de mujeres muy bien documentadas y con la de las mujeres de a pie, en el caso de las víctimas, que conocen mejor que nadie su situación. También han participado investigadores que han aportado su adhesión al necesario enfoque feminista y también su punto de vista masculino.
Con la A es un foro de divulgación, sobre todo lo concerniente a las mujeres y a cualquier ser humano, que debería servir en los centros de enseñanza para elevar su cualificación. Ya va siendo hora de que en los centros escolares la igualdad hombre-mujer sea una constante en todas las asignaturas del currículum. No se trata de incluir otra asignatura más, de feminismo, en la escuela, en los Institutos, en la Universidad. Se trata de que el profesorado entienda -cada vez más es así-, que no puede impartirse ninguna asignatura desde la desigualdad. Para esto con la A podría ser de gran ayuda, ya que en todos sus números se tratan en profundidad las relaciones entre sexos y la importancia de vivir en igualdad, en libertad y respetando a la otra persona. Increíble es que aún ahora la sociedad en general y el profesorado, que es una parte de la misma, ignoren esa lacra del machismo y no hagan todo lo posible por desacreditarlo en las aulas, incorporando en sus clases los logros científicos, literarios, sociales, económicos de las mujeres, devolviéndoles el lugar que les corresponde en igualdad con el hombre. Vivimos malos tiempos, de extrema violencia. Es preciso y urgente vencerla con la educación, desde la familia y la escuela.
En el último número, el 84, que trata sobre la guerra, han colaborado siete mujeres de la WILPF España (Liga internacional de mujeres por la paz y la libertad, en inglés). Como dice el artículo editorial: “lograr una paz duradera es posible y necesario pues en ello está el futuro de toda la humanidad”.
Eso ha sido con la A desde su nacimiento: un lugar en donde la utopía existe. Un lugar en donde nadie se da por vencido y en donde se respetan todas las opiniones, un lugar en donde es posible discrepar para lograr un espacio de unión desde el que se pueda ser operativas.
Lamentablemente, nos hallamos en un momento en el que parece estar adormecido el deseo de luchar por la paz y la libertad. En con la A no se ha dado esta situación nunca. Sólo la falta de recursos materiales ha frenado su voz. Ahí queda un catálogo de revistas que es un centón de obligada consulta para las investigadoras e investigadores que afronten los importantes temas que tratan. Afortunadamente, seguirán siendo accesibles, gracias a la iniciativa de Alicia Gil de mantener la web en la que están alojadas.
Duro es acabar un proyecto cuando se tienen fuerzas e iniciativa de sobra para seguir desarrollándolo. Pero han sido diez años de lucha, que no se terminará. Primero, porque las personas que hemos leído los sucesivos números de con la A hemos aprendido mucho con la variedad de temas que han tratado. Segundo: porque nada se pierde. Ahí seguirá la web y todo el material disponible para que otras personas continúen la labor emprendida.
Si cuando nos vayamos de este mundo lo hemos mejorado, aunque sea mínimamente, para ofrecer a quienes vienen detrás una sociedad más libre y más igualitaria, habremos logrado algo y podremos descansar en paz. Difícil es la empresa, pero la revista con la A la ha cumplido con creces -lo prueban sus reconocimientos y homenajes-. Desde aquí sólo puedo agradecerles su buen trabajo.
Tal vez el cierre de la revista con la A no sea definitivo. Durante los años en que se ha mantenido a flote, ha tenido un peso enorme la participación y colaboración de mujeres latinoamericanas que posiblemente continúen con el proyecto. Sería maravilloso y demostraría, una vez más, que no hay océano que nos separe. La revista empezó aquí, pero seguro que podría tomar renovadas fuerzas entre nuestras colegas latinoamericanas. Larga vida para la Revista con la A.
Teresa Garbí
Publicado en Con la A