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No sólo Irán se ceba en las mujeres

Desde septiembre de 2022, los medios de comunicación generalistas  han estado facilitándonos información acerca del calvario que viven las mujeres iraníes. También del padecido por los hombres que están en contra del despótico régimen de su país, basado en un islamismo radical. El detonante fue la muerte de Amini, acusada de no usar el hiyab. Murió días después de ser detenida por la “policía de la moral” iraní.

No han dejado televisiones, radios, prensa, redes sociales y prestigiosas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos (DDHH) de seguir informando. Desgraciadamente, sus denuncias son ciertas.

El poder de la religión

Se da en muchos países, como en el nuestro, donde la ciudadanía ha vivido, desde la Edad Media, sometida al poder de la Iglesia Católica, que mantiene enormes privilegios económicos, sociales, legales y culturales… Ahí están las múltiples procesiones que recorren públicamente las calles de nuestras ciudades a lo largo del año.  Sobrarían dedos de una mano para contabilizar qué políticos españoles no se han inclinado ante el arzobispo de la catedral correspondiente. En Valencia, solo uno: el concejal comunista del Ayuntamiento de la capital. La última señal, nuestra programación televisiva —pública y privada— la pasada Semana Santa… Con gobiernos que se autoproclaman laicos.

La democracia iraní fue asfixiada por Estados Unidos

Solo ha gozado de un único gobierno democrático: el del primer ministro Mohammad Mosaddegh, derrocado en 1953 por el “golpe de estado 28 de Mordad”.

Fue sustituido por la monarquía autocrática de Mohammad Reza Pahlavi, aupado al poder por Estados Unidos y Reino Unido. Fue la primera acción política encubierta llevada a cabo después de la Segunda Guerra Mundial por el primero. Vietnam, Indonesia, Laos, Chile, Argentina, Centroamérica… llegarían años más tarde. Le habían cogido el gusto a inmiscuirse en asuntos de otros Estados, tanto si eran solicitados como si no sus servicios.

No solo Irán persigue a las mujeres

Irán no es ni ha sido ni será el único Estado del mundo en el que la persecución a las mujeres es la norma en lugar de la excepción. Ahí están sus vecinos de Oriente Medio. Por eso, me pregunto por qué los medios de comunicación solo atacan a Irán.

Y me respondo: “Cherchez la femme”, que significa “Busca a la mujer”. La frase es del escritor Dumas padre y apareció en su novela Los mohicanos de París. Se utiliza para referirse al comportamiento inusual de un hombre en relación con una mujer. En mi caso, sustituyendo “la femme” por “les Américains” (Estados Unidos), aunque su comportamiento agresivo con otros países haya dejado de ser inusual. En el caso de Irán, la persecución resulta obsesiva. ¿Por qué ni sus medios de comunicación ni los del resto de Occidente hablan de la situación de afganas, kuwaitíes, saudíes o qataríes con el mismo denuedo?

La respuesta quizás se encuentre en que Irán es aliada de China, la nueva gran potencia mundial, mientras Estados Unidos ha dejado de serlo en casi todos los ámbitos y su situación interna es crítica. Pero, ¿por qué la Unión Europea le sigue el juego a su aliado americano? Y ¿por qué algunas organizaciones de DDHH no activan con el mismo ímpetu campañas similares para las mujeres de otros Estados represores?

Lo que nos dejan saber de Qatar

Su gobierno es tratado de forma muy diferente por Occidente. Lo hemos comprobado del 20 de noviembre al 18 de diciembre de 2022, cuando tuvo lugar en su territorio la XXII edición de la Copa del Mundo de fútbol masculino organizado por la FIFA.

A lo largo de esas semanas, todos los medios de comunicación del planeta hablaron casi exclusivamente de dicho evento. Unas cuantas parejas de piernas masculinas detrás de una pelota se convirtieron  en  primicia internacional y todo lo demás desapareció como el conejo en la chistera de un malabarista: conflictos bélicos —excepto Ucrania—, cambio climático, hambrunas, desplazamientos migratorios masivos,  inflación…También la suerte de las mujeres iraníes, qataríes, kuwaitíes, saudíes, afganas y de otros países quedó relegada al silencio. Desaparecieron como por ensalmo. Ya sabemos aquello de que lo que no se cuenta deja de existir.

Curiosamente, tampoco se habló de los centenares de inmigrantes muertos en Qatar a causa de sus condiciones laborales, propias de un régimen esclavista. Habían ido a construir estadios y otros edificios relacionados con el campeonato de fútbol. Soportaron calores infernales, falta de agua y comida, y sueldos irrisorios o, incluso, ausencia de sueldos. No volvieron a casa. Mientras  tanto, el torneo se ubicó en los meses en que el país tiene las temperaturas más bajas del año.

Tampoco se habló demasiado, durante el campeonato, de las prohibiciones relacionadas con los derechos de personas pertenecientes al grupo LGTBI. Las impusieron las autoridades qataríes. La máxima concesión consistió en permitir a quienes querían expresar su protesta que llevasen un pin y una bandera.

Sin medios de comunicación no hay información. Pero, si la mayoría de dichos medios está controlada por los poderes fácticos, solo obtenemos a cambio desinformación. ¿Cómo acceder a medios veraces y honestos?, ¿por qué esa doble vara de medir? y ¿por qué nos dejamos manipular con tanta facilidad?

El gobierno dictatorial qatarí

La dictadura qatarí persigue y asesina impunemente a sus opositores, reprime los DDHH, sus mujeres viven situaciones semejantes a las de las iraníes y la corrupción ha sido el lema de quienes han controlado el último mundial de fútbol masculino. Pero, sobre todo, ha habido una ausencia absoluta de dignidad por parte de quienes manejaron el Mundial. También de un comportamiento ético firme.

Gracias al libro Qatar, sangre, dinero y fútbol, del excelente periodista Fonsi Loaiza, hemos sabido por qué Qatar fue elegida sede del último mundial de fútbol masculino y conocido otras noticias acerca del país. Hemos conseguido, por fin, informaciones veraces.

El dinero público español pagó los derechos televisivos del Mundial

En cuanto a los países visitantes, poco se ha dicho acerca del dinero público invertido en pagar los derechos televisivos de los partidos. Ese dinero que sale de nuestras pensiones, sanidad, escuela pública, cultura… No todo el mundo es futbolero y, sin embargo, no se invierten las mismas cantidades en otros deportes y eventos culturales.

Los rentables negocios que se hicieron en Qatar

Menos aún hemos sabido acerca de los rentables negocios que han conseguido directivos, empresarios, políticos, futbolistas y periodistas agradecidos. Esos mismos periodistas que ahora denuncian al régimen iraní, pero no al qatarí.

Regalos de nuestro gobierno a Qatar y regalo de Qatar a la reina

En su afán malabarista, los medios no han insistido en la actuación de nuestros políticos. No de todos, claro. Así, el emir de Qatar recibió del Gobierno español el Collar de la Orden de Isabel la Católica, del alcalde de Madrid la Llave de Oro de la Villa del Ayuntamiento de Madrid, y de los Presidentes del Congreso y el Senado la Medalla de Honor de ambas Cámaras.

Tampoco han insistido en una noticia propia de la “prensa rosa”:  que los pendientes que lució la reina española en la cena de gala al emir de Qatar costaron muchísimos miles de euros y que fueron un regalo de dicho emir. El mismo en cuyo país se trata a las mujeres igual como en Irán.

Poder de Qatar en el Ibex 35 y habilidades como relaciones públicas

Pocos sabemos que Qatar es el segundo mayor accionista del Ibex 35 y que posee eléctricas, inmobiliarias, aviones, bancos, grandes almacenes y grupos de comunicación en España y otros países. ¿Por qué no se nos cuenta eso?

Todo le es perdonado al supremo dictador qatarí. ¿Quizás porque no ha llegado en patera? ¿o es porque se trata de un “experto en relaciones públicas”? Al menos, se nos ha contado que es buen amigo de Estados Unidos, Irán, Israel y Palestina, talibanes afganos y la Comisión Europea, esa que maneja los hilos ejecutivos y legislativos en nuestra neoliberal Comunidad. ¿Por qué no aplica en su propio país esa misma experiencia en relaciones públicas?

Solo me queda un interrogante: ¿Cómo han podido caer en la trampa las organizaciones de DDHH al aceptar como foco de atención prioritario o casi único la actuación del gobierno iraní con su ciudadanía?

Pepa Úbeda

 

 

 

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