Hace años, desde que el partido con nombre de diccionario emergió en el Estado español, me prometí a mí misma que no le iba a dar ni un momento de mi tiempo, ni iba a ser vocera suya tan siquiera para criticarle o rebatir sus discursos. No quería hacerme eco de sus barbaridades.
Está más que comprobado que muchos actos, libros, ideas… que, normalmente, pasarían desapercibidos por sí mismos, cuando se les ataca, se intenta rebatirlos o en algún caso se les prohíbe, se está haciendo de altavoz, de efecto multiplicador de la causa que nos gustaría silenciar. De esto sabe mucho algún que otro teólogo español, muy favorecido por la crítica de los obispos quienes, sin quererlo, hicieron una buena publicidad que aumentó considerablemente las ventas de un libro que, sin ese escándalo, hubiera pasado fácilmente desapercibido para la mayoría de la población.
Pero volviendo al principio, si alguien se entretuviera (no lo hagan, ya se lo digo yo) en repasar mis escritos, verían que nunca he replicado ni he sido altavoz del partido que incompresiblemente, al menos para mí, hoy sigue avanzando en esta España nuestra tan frágil de memoria y amiga de refranes; a la España que piense que cualquier tiempo pasado fue mejor es hacia donde nos quieren llevar.
El tiempo pasado no fue mejor y hemos hecho un recorrido de grandes avances en políticas sociales y de igualdad como nunca antes las habíamos tenido.
Cierto, muy cierto que nos queda mucho camino por recorrer. Cierto, pero por favor… hacia adelante. No demos ni un solo paso atrás.
Hoy ante una imagen, una lona concretamente, desplegada por el partido de las tres letras, he recordado el eslogan que lanzamos en Manos Unidas hace ya muchos años: “Tu silencio te hace cómplice”.
Por eso hoy he decidido, rectificar, romper mi promesa y hablar de VOX sobre todo para pedir, por favor, no le voten nunca, jamás de los jamases.
Hemos oído siempre que una imagen vale más que mil palabras. Pues es cierto y en este caso más. La lona publicitaria en cuestión tiene como eslogan “Decide lo que importa” y la imagen es una mano con la pulsera de la bandera de España que lanza a la papelera el feminismo, el movimiento LGTBIQ+, la Agenda 2030, que para quien no esté al tanto es “un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia”.
No nos llamemos a engaño. Si votas a VOX estás votando por la anulación de todos los derechos sociales por los que hemos estado trabajando en estos años. Nos llevará a la España del oscurantismo, de la mujer en la casa con la pata quebrada, de los maricones y lesbianas a los calabozos, como lo estaban con la Ley de Vagos y Maleantes de 1954.
No nos olvidemos de que fuimos emigrantes y también refugiados… Hoy tenemos la obligación de acoger y dialogar con las personas diferentes.
Creo que algunos de los integrantes de VOX se consideran católicos. El evangelio de Jesús de Nazaret poco, nada tiene que ver con el discurso de odio de este partido.
Por favor, el 23-J no dejen de ir a votar, con la cabeza, con el corazón y sobre todo mirando por el bien común.
Charo Mármol
Publicado en Alandar