La Plaza de Hugo
Hay muchas maneras de impulsar el Espacio Público; el 15 M nos enseñó algunas que habíamos olvidado, convertirlo en un foro, okuparlo, llenarlo de ideas y de debate. Otra es el diseño adecuado, sutil, sugerente, con esa gama de matices que proponen vida compartida, encuentro, conversación, todo hilvanado con un hilo conductor, invisible pero presente.
La ciudadanía tiene más propuestas para el espacio público, desayunar en la calle, incentivar el juego de los niños, la música; decir «voy a dar una vuelta» o «estamos al aire libre», muy importante lo de libre, con los vientos que soplan. Y los artistas, proponiendo arte como complemento del espacio, y espacio como complemento del arte; imposible no pensar en el maestro Alfaro.
Todavía hay más maneras de apoyar este espacio, mantenerlo en condiciones, reparar sus heridas, cuidarlo con mimo. Que es un lugar contradictorio, lo sé; que lleva implícitos conflictos, lo sé, pero es de todos, y es el protagonista de la vida urbana.
Pero aún queda una manera básica de reivindicar al Espacio Público, y es nombrarlo. Por eso cuando leí que una plaza de la Malvarrosa iba a llevar el nombre de Hugo Zárate supe que allí, la esencia de lo público estaba presente, que había un doble homenaje, de Hugo hacia la ciudad, prestando su nombre a lo público y de la ciudad hacia Hugo, agradeciendo su dedicación y su activismo. Porque Hugo fue un activista, con voz de trueno y manos grandes. Sin más armas que las convicciones ni más objetivos que los de todos, defendió lo público desde su barrio hasta la ciudad y propuso la convivencia como antídoto del desencuentro y el abuso. No, los verdaderos activistas no son peligrosos ni van armados hasta los dientes. Son gente comprometida, generosa, implicada en causas comunes, defensores de lo que luego disfrutamos todos. Y así fue Hugo Zárate. Por eso merece la plaza con su nombre en el rótulo, para que el olvido no tenga sitio y la memoria vaya por delante. Ya sé, aun no hay plaza, solo hay sueños, proyectos, intenciones, lo sé, pero ese espacio ya tiene nombre. Es la primera piedra en forma de palabra. ¿Quedamos a charlar en la plaza de Hugo? Allí nos vemos.
Rafael Rivera. Arquitecto.
Foto realizada por José-Luis Nieto Santos.
julio 7th, 2022 at 3:23 pm
Mi nombre en Juan Vila Real, pintor, escritor y publicista. Nací en 1949 en una casita construida por mi abuelo en 1931 –hoy un solar justamente donde tiene la placa Hugo Zárate–. Casualmente he encontrado este articulo de don Rafael Rivera. Al leerlo quiero recordar que todos los solares y casas donde irá la plaza en proyecto desde hace más de 50 años, lo que considero que ya que no nos permiten construir una vivienda –evitaría no pagar un alquiler en otro lugar como así estoy haciendo–, al menos me expropiaran el solar y pudiera evitar los disgustos de estar sacando a dos por tres a «gente» a través de la policía. Es lamentable la situación de un proyecto de hace más de 50 años que está en manos de todos los gobiernos municipales desde entonces. La señora Gómez me dijo pocas semanas antes de las últimas elecciones municipales que este año comenzarían la plaza jardín, y por lo que veo, esto podría «tardar otros 50 años». Mis abuelos y mis padres murieron esperando la expropiación y la maldita plaza, Yo, por mi edad, creo que tampoco lo veré. Triste señor Rivera. Solo decirle, que como arquitecto, agradecería su opinión. Saludos.