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Frida Kahlo: la pintura como resistencia

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Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón nace el 6 de julio de 1907 en la Ciudad de México, en la casa que fuera propiedad de sus padres desde 1904, y que hoy se conoce como La Casa Azul.

Hija de Wilhelm (Guillermo) Kahlo de ascendencia húngaro-alemana y Matilde Calderón originaria de Oaxaca, Frida es la tercera de cuatro hijas. Sus dos hermanas, Matilde y Adriana, son las mayores. Cristina, la menor, estará muy apegada a la pintora.

A los 6 años Frida sufre de poliomielitis, un padecimiento que después será determinante en la deformación de su matriz y, finalmente, en su incapacidad para tener descendencia.

Sin embargo, la cortedad de su pierna derecha no le impide ser una estudiante inquieta y tenaz; realiza sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria. A los 18 años, el 17 de septiembre de 1925, Frida tiene un trágico accidente. El autobús en el que viaja es arrollado por un tranvía. Las consecuencias son graves: fractura de varios huesos y lesiones en la espina dorsal. Debido a la inmovilidad a la que se ve sometida los primeros meses, Frida comienza a pintar. Así, se relaciona con varios artistas, entre ellos la fotógrafa Tina Modotti y el ya reconocido Diego Rivera.

En 1929 Frida y el muralista se casan. El matrimonio vivirá en La Casa Azul, el hogar de la infancia de Frida, y en el estudio de Diego, en la Ciudad de México. Kahlo y Rivera también radicarán en Cuernavaca y en diversas ciudades de los Estados Unidos: Detroit, San Francisco, Nueva York.

En 1930 Frida sufre su primer aborto. En noviembre de ese mismo año y por razones del trabajo de Diego, el matrimonio viaja a San Francisco. En esta ciudad la pintora conoce al doctor Leo Eloesser, quien será uno de sus médicos de cabecera y uno de sus mejores amigos. Las infidelidades de Diego aumentan la crisis emocional de la artista.

Frida se divorcia del muralista en 1939 para contraer nupcias nuevamente un año después. A pesar de su mala salud y de haber sido operada en múltiples ocasiones, Frida es una artista con una intensa actividad.

En lo político, es miembro del partido comunista y una fiel activista de izquierda. Junto con Rivera, acondiciona La Casa Azul para asilar por dos años a León Trotsky y a Natalia, su mujer. Incluso, días antes de morir, Frida participa en una marcha de protesta que le provoca una embolia pulmonar.

Como maestra, es parte importante de la escuela Nacional de Pintura y escultura La Esmeralda, donde conforma un grupo de jóvenes pintores conocidos como Los Fridos. Tanto en su trabajo como en su vida cotidiana –lenguaje, vestimenta, gastronomía- Frida lucha por rescatar las raíces del arte popular mexicano, segura de que en ellas se encuentra la identidad nacional. Por ello, en su obra Frida se vale de la influencia de exvotos, retablos religiosos y milagros. Su pintura va del autorretrato a las naturalezas vivas; de los cuadros de nacionalistas -como El marxismo dará salud a los enfermos- a las telas realistas en las que da testimonio de su condición femenina. Un ejemplo es “Mi nacimiento” (1932), donde se retrata con crudeza el acto de nacer.

Aunque muchas veces se le califica de surrealista, Frida establece que, al contrario de los pintores de esta vanguardia, ella no pinta sus sueños, sino su realidad. Al final de su vida, la salud de la artista decae.

En sus últimos 10 años, viste más de 25 corsés. De 1950 al 51, la pintora permanece internada en el Hospital Inglés. En 1953, ante la amenaza de gangrena, se le amputa la pierna derecha.

Frida Kahlo muere en La Casa Azul el 13 de julio de 1954, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes le preparaba, como homenaje nacional, una muestra retrospectiva. De entre los cuadros que conforman la obra de la pintora, algunas de las más famosas son “Las dos Fridas”, “Viva la Vida”, “Unos cuantos piquetitos” y “Diego en mi pensamiento”.

Durante su vida, la artista realiza tres exposiciones: una en Nueva York, otra en la Galería de Lola Álvarez Bravo, en México, y una más en París. El Museo del Louvre adquiere entonces uno de sus autorretratos más cotizados. También en México, Frida recibe el Premio Nacional de Pintura.

Hoy su obra se ha colocado en un lugar importante en el mercado del arte. Sus cuadros se encuentran en numerosas colecciones privadas de México, Europa y Estados Unidos. Su personalidad ha sido adoptada como una de las banderas del feminismo internacional. Frida Kahlo se ha convertido en una leyenda, en un referente cultural que rebasa el mito que la pintora creara de sí misma.

Artículo publicado en Tribuna Feminista.

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