Alemania echa a la mitad de sus fuerzas especiales por ser de extrema derecha
La ministra alemana de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, anunció este martes un plan de choque para combatir el extremismo de derechas en las Fuerzas Especiales del Ejército (Kommando Spezialkräfte, KSK), entre las que se cuenta la disolución de una de las dos compañías en activo del comando.
Según advirtió Kramp-Karrenbauer, la parte de las Fuerzas Especiales que no será disuelta se verá sometida a una reforma drástica y observada de cerca durante esta transformación, que según está previsto se completará antes de finales de año.
Un grupo de trabajo dedicado
Kramp-Karrenbauer informó este martes a la comisión de Defensa del Parlamento de su propósito, fruto de deliberaciones con un grupo de trabajo constituido en mayo para realizar un «análisis estructural» de las KSK.
Estas fuerzas de élite de la Bundeswehr, que cuentan con aproximadamente 1.400 efectivos, se han visto implicadas en los últimos años en varios escándalos relacionados con la presunta integración de varios de sus miembros en células de ideología ultraderechista.
Uno de ellos, conocido en los medios por su sobrenombre de «Hannibal», estaba a la cabeza de una red descubierta en 2017 e integrada en gran parte por militares y policías, que acumulaban municiones y armamento supuestamente para prepararse de cara a una futura guerra civil.
Según investigaciones de medios alemanes, existen indicios de que algunas de estas células han llegado a urdir ataques terroristas contra cargos políticos y figuras de la vida pública.
Tras conocerse el caso más reciente en mayo, el comandante de las KSK, el general Markus Kreitmayr, publicó una carta abierta a la unidad de élite en la que se comprometía a seguir una línea de «tolerancia cero» y advertía de que este cuerpo se enfrenta «a la fase más difícil de su historia».
Publicado en La Información