De motines, escraches y pantallas de plasma
España siempre ha sido más proclive a la algarada que a la revolución. Tal vez sea por esa falta de perseverancia que, según Ángela Merkel, caracteriza al espíritu mediterráneo. O tal vez sea porque la última vez que, un lejano mes de abril como este, intentó colectivamente tomar las riendas de su destino, aquella osadía […]