
Agosto llama a la puerta y basta con poner hielo a las jarras de agua
Los veranos eran antes más largos. Niños, profesores y familias bien cambiaban de hábitos a finales de junio, se dejaban llevar por los desayunos largos, las comidas en terrazas con toldos, las siestas con sorpresa, los paseos a la orilla del mar o de las cumbres, los galanes de noche y la paciencia del reloj […]