Calor extremo, sequía e incendios
Se acaba de iniciar la primavera y las alertas ya se han disparado. El problema del cambio climático se acelera.
El año pasado sufrimos el verano más caluroso desde que hay registros. Ahora, se han adelantado los problemas a los que siempre nos enfrentamos: escasez de lluvia, sequía, calor extremo e incendios.
En el Mediterráneo ya estamos sufriendo esas consecuencias. El sur de Europa, nuestro Mediterráneo, es la zona más preocupante. Ya tenemos problemas de falta de agua, no ha llovido prácticamente ni una gota en todo el invierno y han comenzado los incendios devastadores.
En la Comunidad Valenciana, ya hemos sufrido varios incendios entre marzo y abril, cuando en épocas anteriores no se habían producido hasta iniciado el verano. Hemos de recordar que el año pasado, el verano del 2022, fue el más catastrófico en incendios desde hacía una década.
La situación es realmente preocupante. No solamente en España sino en el conjunto de Europa. Somos el continente que está sufriendo, de forma más extrema, el cambio climático. Así lo señala el Informe sobre el Estado del Clima en Europa 2022: “Las temperaturas en Europa están aumentando al doble de la media mundial, más rápido que en cualquier otro continente” (https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2023-04-20/el-calor-extremo-se-apodera-de-europa-el-continente-que-mas-se-esta-calentando.html).
Nos enfrentamos, como ya sabemos y nos alertan los expertos desde hace tiempo, incrementos de las temperaturas medias, aumento de fenómenos extremos como olas de calor a las que suceden graves fenómenos de gotas frías. En el Mediterráneo estamos habituados a esos períodos y sabemos que, al final del verano, se precipita la gota fría. Sin embargo, cada vez más, sus consecuencias son más dañinas e imparables.
Los últimos años estamos viendo fenómenos climatológicos en Europa que no conocíamos con esa virulencia. No obstante, el problema de la sequía en España es un fenómeno constante, lo que ocurre es que, debido al cambio climático, los periodos se acortan, las sequías se agudizan, el calor se extrema, y lo que es un punto de vulnerabilidad para nuestra tierra y la salud de las personas, se convierte en un reto acuciante.
En el grave problema del cambio climático, no podemos tener la memoria corta. Hemos de recordar, momento a momento, cómo estamos viviendo la situación. El verano del 2022 fue de un calor extremo, de temperaturas nocturnas máximas, de récord en sequía y de grandes incendios en todo el territorio español.
El año pasado sufrimos 42 días bajo olas de calor, el máximo histórico. Al mismo tiempo, el mes de julio del 2022 fue el mes más cálido registrado en España desde 1961. Además de un verano caluroso, fue extremadamente seco, sin lluvias.
Eso sucedió el verano pasado. Este año, en 2023, el problema se adelanta. Ya hablamos de la primavera más calurosa, más seca, sin menos lluvia, y con incendios.
El cambio climático no es un problema solamente de expertos. Es nuestro gran problema.
Ana Noguera