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Carta de un amigo

En esta ocasión, mi artículo se reduce a una carta1 que mi amigo Ben, un norteamericano de New Hampshire2 que reside en San Diego (California), me envió hace unos días. Tiene 45 años, estudió en la Universidad de Dartmouth (una de las Ivy League3) y vota a Bernie Sanders4. Me parece una muestra evidente de lo que piensan
los jóvenes progresistas del país.

 

Querida Pepa,

Me preguntas cómo me siento, cómo nos sentimos los que no votamos a los republicanos, y que, sin embargo, tampoco estamos contentos con los demócratas que mandan dentro del partido. Hacen una política demasiado benévola con Wall Street y las grandes compañías de todo tipo.

Pues la verdad es que estoy cada vez más preocupado, sobre todo ahora que mi mujer está a punto de dar a luz al que será mi primer hijo. Ya sabes que mi trabajo está muy relacionado con los intercambios comerciales con Latinoamérica y las decisiones de Trump están empeorando dicho intercambio.

Se supone que Trump quiere ahorrar dinero, que su gobierno no gaste tanto como los gobiernos anteriores, según él. Sin embargo, este país, esté quien esté en el gobierno, destina más de 20.500 millones de dólares anuales en subsidios a empresas petroleras y gasísticas, cuando son empresas que ya generan miles de millones en ganancias. Trump podría haber empezado eliminando esos subsidios, porque esas megaempresas no los necesitan; pero no, en lugar de eso, ha optado por despedir a miles de trabajadores sin justificación alguna y, en muchos casos, de manera ilegal.

Esos despidos, que irán a más, afectan a los sistemas de apoyo al pueblo a través de una serie de programas que han beneficiado a la gente de mi país. Gracias a las inversiones en salud e investigación médica, más gente ha tenido acceso a excelentes servicios médicos. Mónica, mi mujer, también recibe dinero del gobierno para que su maternidad sea más segura y esté mejor controlada. Son todos esos programas y ayudas los que Trump quiere eliminar.

Al final, las tarifas que quiere imponer solo las pagaremos nosotros, los consumidores, y no nos benefician en nada. Mientras tanto, China y otros países también aumentarán sus propias tarifas como respuesta. Se trata de una política absurda porque los aranceles son extremadamente complejos y no deberían usarse como una estrategia política para aumentar su popularidad.

Otro problema que arrastramos es una laguna fiscal llamada «carried interest loophole», que permite a los gestores de los fondos de inversión pagar menos impuestos sobre sus ingresos que los que pagamos la mayoría de los trabajadores. Es una política fiscal que se debate continuamente en los Estados Unidos y que hace que los más ricos paguen más de un billón de dólares menos en impuestos cada año. Trump y los republicanos apoyan esa laguna fiscal, por lo que favorecen a los más ricos frente a los trabajadores comunes. Milmillonarios como Elon Musk, que se ha beneficiado enormemente del sistema gubernamental imperante con todos los partidos políticos, debería pagar más impuestos.

Por cierto, Musk no es ni siquiera estadounidense, porque nació en Sudáfrica. ¿Cómo es posible que la gente de mi país crea que se despierta todos los días pensando en cómo mejorar la sociedad de mi país?

Yo creo que se despierta pensando en cómo ganar más dinero y poder. Se dice que gana 8 millones de dólares diarios con los contratos gubernamentales. Es un enorme conflicto de intereses que alguien así tenga tanta influencia en las decisiones económicas del país. Nos está robando ante nuestros ojos y llenándose los bolsillos mientras nosotros pagamos la cuenta.

Si Trump realmente quisiera reducir los costos del gobierno, podría empezar por eliminar las exenciones fiscales para las grandes farmacéuticas, que reciben miles de millones de dólares del Estado y, aun así, nos cobran precios desorbitados por los medicamentos, como la insulina. En lugar de solucionar problemas como este, nos tiene distraídos con sus payasadas.

Otro aspecto clave es la educación. Aunque tenemos excelentes universidades, son privadas, exclusivas y extremadamente caras. La mayoría de los niños de este país no reciben una educación de calidad. A pesar de ser una de las naciones más ricas de la historia, cada vez obtenemos peores resultados en pruebas que miden la inteligencia y el desempeño de nuestros jóvenes. Es una situación triste y preocupante. Pero la gente como Trump prefiere una sociedad sin educación para seguir engañándola, explotándola y enriqueciéndose.

Nos dice que tenemos un «grave problema de inmigración», pero no es cierto. Nada ha cambiado realmente en términos de inmigración. En San Diego, vivimos a 30 millas de la frontera más transitada del mundo y todo está en orden. La mayoría de los mexicanos que conozco son gente trabajadora y confiable. Sí, hay personas malas, pero también las hay entre los ciudadanos estadounidenses. El tema de la inmigración ha sido politizado para generar miedo y permitir que Trump se presente como un «salvador». De hecho, durante la Administración anterior, Trump bloqueó una propuesta sólida para mejorar la aplicación de las leyes de inmigración, solo para poder usar el tema como bandera en su campaña presidencial. En realidad, los demócratas han deportado más inmigrantes que los republicanos cuando han estado en el poder. Y lo cierto es que las empresas estadounidenses necesitan inmigrantes para generar ganancias. Hacen trabajos duros que nadie más quiere hacer y por salarios bajos5. No hay ninguna estadística que demuestre que la mayoría sean delincuentes ni que cometan más crímenes que los ciudadanos nativos.

Imponer un 25% en aranceles a las importaciones de Canadá y México es enormemente estúpido y peligroso porque hará mucho daño a toda Norteamérica. Con el acuerdo NAFTA nuestro país era más competitivo y resultaba más fácil mover mercancía entre Canadá, México y USA.

En mi opinión, Trump es simplemente un arrogante, un narcisista, un mentiroso y un estafador.

Un abrazo.

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1 He respetado todos los anglicismos de su carta porque la hace más «auténtica».
2 Uno de los estados que forman parte de «Nueva Inglaterra», de mayoría demócrata y cultura muy anglosajona.
3 «Liga de la Hiedra» está formada por ocho universidades privadas del nordeste de Estados Unidos: Brown, Columbia, Cornell, Dartmouth, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale. Se caracterizan por su excelencia académica.
4 Nacido en Brooklyn en 1941. Posiblemente, el político demócrata más progresista del país en la actualidad.
5 Me comenta una ciudadana colombiana cuyo hermano vive en Nueva York y que aún no tiene papeles que tanto a él como a otros latinoamericanos que viven allí y que no tienen papeles los están escondiendo los empresarios que los emplean, porque, si los deportan, sus negocios se arruinarán, ya que nadie en los EEUU quiere hacer los trabajos que los latinoamericanos hacen.

Pepa Úbeda Iranzo

  1. Rosa Kochubey Says:

    Me gustaría completar la información de esta carta que muestra una profunda preocupacion y desasoego. Mi hermana vive en Chicago y es bióloga. Trabaja en un instituto que se especializada en buscar proteínas y otras sustancias óptimas para

  2. Rosa Kochubey Says:

    Simplemente añadir que mi hermana es biologa y trabaja en un instituto especializado en proteínas y otras sustancias que podrían ser componentes optimos para muchos medicamentos, abaratando sus costes. Actualmente Todo está parado. Nadie sabe si habrán subvenciones gubernamentales. Están en punto muerto.

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