Desde 2020 en adelante, muchos analistas advierten de la llegada de China al mundo globalizado. El geógrafo Juan Romero comentó que los dos acontecimientos geopolíticos de las últimas décadas son: el retorno de China e Internet y las redes sociales. Dos elementos que han modificado completamente esta época, tanto a nivel de gobernanza mundial como de conectividad y relaciones socio-personales, así como el acceso al conocimiento.
Pues todo eso ya está aquí. Con una discreción impresionante y una astucia admirable, China ha hecho tambalear a las principales tecnológicas del mundo (todas americanas) con su nueva IA (inteligencia Artificial) DeepSeek, causando el mayor terremoto bursátil y tecnológico que ha hecho perder 600.000 millones en una sola sesión.
Y no solo eso, sino que detrás de esta operación y muchas más, se ha desarrollado un nuevo modelo político-económico que tiene que hacernos reflexionar. El mundo libre de las sociedades democráticas no es realmente tan libre, digamos que sus gobiernos y sus ciudadanos-consumidores tenemos las manos atadas y nuestra libertad mediatizada por las grandes tecnológicas de los megáricos que hoy adulan a Trump pero que, sin duda, tienen mucha más riqueza y poder que su propio gobierno.
De hecho, ante las amenazas de aranceles y presiones que establece Trump, la presidenta de la comisión Europa Von der Leyen llama a los países europeos a “estrechar lazos” con China.
Lo cierto es que se ha producido un cambio de modelo en el mundo:
- Ya no es el mundo occidental capitalista-democrático frente al mundo oriental comunista. Antes los dos bloques lo representaban EEUU frente a URSS (hoy Rusia). Hoy los dos bloques lo representan EEUU frente a China.
- China reúne a su alrededor más países socios y aliados que EEUU y la UE.
- Se presenta con un modelo político-económico alternativo a las democracias liberales representativas, que hoy están cuestionadas y amenazadas por el auge de la ultraderecha global y el imperio de los megamillonarios.
- Es la segunda potencia mundial. Y se sitúa en la primera línea de futuro en la carrera espacial, en la IA, en telemedicina asistida, en el vehículo eléctrico, en agricultura de nueva planta o en control de la población con reconocimiento de imágenes, etc.
No olvidemos que China era, en los años 50 del siglo XX, el segundo país más pobre del mundo. Para explicar cómo ha llegado aquí necesitaríamos un análisis profundo.
De momento, para escribir este artículo, he solicitado los datos al analista e ingeniero Salvador Beltrán quien ha estudiado en profundidad la China actual.
- Similar en superficie a EEUU, pero con una población de 1400 frente a 350 de EEUU o 450 de UE hacen que China tenga un autoconsumo potencial propio que le asegura una economía nacional.
- Es el segundo país más poblado detrás de India. El peso de Asia en el mundo es significativo. Hay que sumar su demografía al crecimiento en África, que le hará ser el continente más joven frente a un EEUU-UE cada vez más envejecido.
- El PIB de China como país todavía está por detrás de EEUU, y muy lejos del PIB per cápita (unas 5 veces menos). Sin embargo, no olvidemos que las clases medias en EEUU-UE se deshilachan y pierden fuelle (de ahí gran parte del malestar de nuestras sociedades), mientras que las clases medias chinas aumentan sin parar, y con mucho margen de crecimiento.
- Su poder geopolítico en el mundo aumenta, con una diplomacia discreta y nada mesiánica. De hecho: lidera los países del Sur global; se reúne con los BRICS; es el mayor acreedor mundial de la deuda soberana; es el primer inversor en África y Sudamérica. Lo que hace también que controle muchos de los votos de organismos internacionales como la ONU.
- Con una visión política y estratégica muy diferente a la desarrollada por EEUU (invasión a la fuerza) o UE (democracia y derechos), China plantea frente a la libertad su defensa del valor de la armonía. No juzga a sus aliados, al menos no lo hace de forma pública. Su popularidad en el mundo aumenta, y seguramente con la política de Trump, se encuentre con mayores admiradores.
- Su poder militar sigue en aumento (al menos todo lo que se puede saber ante la falta de transparencia). El caza furtivo chino J-36 supone otro golpe a la superioridad aérea americana. Es el segundo ejército en modernidad, en tropas y en armamento. El Fujian, tercer portaviones chino es similar al mejor de EEUU. China también dispone de un misil hipersónico, con una velocidad 5 veces la del sonido y no interceptable.
- Su poder geopolítico y tecnológico se encuentra también en el control de materias primas e infraestructuras. Controla el 98% del galio primario y el 91% del germanio primario. Además de innumerables puertos e infraestructuras estratégicas realizadas con la “Ruta de la Seda”.
- Según Statista, los cuatro primeros bancos más grandes del mundo son chinos. Por lo que su apuesta en el mundo financiero está fuera de toda duda.
- En neurotecnología, es puntera en implantes cerebrales, con un chip que imita la función visual del cerebro. Ha desarrollado el dedo robótico blando con sentido del tacto. Toma la ventaja en la investigación de terapias contra el cáncer. Pionera en cirugía a distancia.
- También le ocurre en otras tecnologías de futuro: líder en computación cuántica. Líder en reconocimiento facial: masiva y de alta calidad. Dispone del reactor de fusión nuclear más avanzado del mundo (aún experimental). Con grandes avances revolucionarios en energía nuclear con fusión y utilización de torio. Tiene el Mengxiang, el barco de perforación oceánica que atravesaría el manto de la tierra. También tiene el mayor radiotelescopio del mundo.
- A nivel espacial: exhibe muestras lunares de la misión Chang´e-6. Diseñó y construyó su propia estación espacial: Tiangong.
- Si pensamos que China es también la contaminante del planeta, nos equivocaremos respecto a sus avances e intenciones. Ha realizado acciones ecológicas sin parangón para replantación de bosques hasta en zonas desérticas. Dispone del mayor parque solar del mundo y el mayor parque solar flotante del mundo. Lo que ha hecho que sea el país con la mayor potencia solar, más que la suma del resto del mundo.
- Lo mismo ocurre con la potencia eólica, que actualmente es el país con mayor creación de energía eólica, y dispone del mayor aerogenerador del mundo.
- Otras infraestructuras de interés son: dispone de la mayor red ferroviaria de alta velocidad. Tiene las ciudades más modernas del mundo y con mayor número de rascacielos. Dispone de la presa y central hidroeléctrica mayor. Tiene los puentes más altos, más largos, más volantes, en lugares más inhóspitos. Ha construido el edificio más grande en superficie.
- Es el mayor exportador de coches del mundo.
- En cuanto a IA, aunque se sitúa por detrás de las grandes tecnológicas americanas, no hay que perderla de vista, como hemos podido comprobar: Es la primera en patentes. Tiene presentadores virtuales en sus televisiones. Ha incorporado la IA en la educación desde la primaria. Tiene ya robots humanoides listos para su comercialización.
Y, terminaré con dos aportaciones más que merecen una reflexión serena:
- Es el único país del mundo que no tiene Facebook, ni YouTube, ni X (Twitter), ni Instagram, ni WhatsApp. Tienen sus propias redes sociales.
- Y si la preocupación por las criptomonedas crece en el mundo económico por la volatilidad que supone y la aparición de algunas personalistas como la creada por Trump y Melania, China tiene su propia aplicación, el yuan digital, con una gran diferencia: que cuenta con el respaldo de la moneda china y de la fortaleza del gobierno.
China despertó a finales del siglo XX, se desarrolló vertiginosamente en las primeras décadas del siglo XXI, hoy planta cara a la principal economía del mundo, y, sin duda, es el actor principal del nuevo tablero geopolítico. Lo que necesariamente no hay que verla como un enemigo, sino como un socio que abre la puerta a un mundo multipolar.
Ana Noguera