El IV Reich
El slogan o consigna «Más vale morir de pie que vivir de rodillas” queda muy digno, muy heroico y está muy bien para aquellos que así piensan. Eso es lo que decidieron “los barbudos” de Fidel cuando el desembarco del Gramma. Los efectos negativos de dicha decisión les afectaba solo a ellos.
No fue lo mismo en 1943 cuando el Guetto Judío de Varsovia se levantó contra los nazis. Aquello devino en un pogrom que afectó al 90% de la población (de 400.000 pasaron a 40.000) hacinada en aquel inmenso campo de concentración. Los judíos que allí se enfrentaron a los nazis tomaron su heroica y desesperada decisión sin contar con aquellos que no estaban de acuerdo pero que, sin embargo, iban a sufrir práctica y directamente las consecuencias del enfrentamiento. Un caso parecido es el que se está produciendo hoy en Gaza, solo que en vez de afectar a 400.000 está afectando a 2 millones de seres humanos.
¿Cuántos palestinos, de dentro fuera de la Franja de Gaza, estarán lamentando, no solo desde el punto de vista humano sino también desde el punto de vista estratégico y político la decisión de Hamás de irrumpir a la desesperada en lo que Israel (en contra de múltiples resoluciones de la ONU) denomina unilateralmente sus fronteras? Seguramente muchos. Es muy humano y comprensible el derecho a preferir vivir de rodillas con tal de salvar la vida.
Si observamos la situación actual de los palestinos únicamente desde el punto de vista estratégico, no solo de la franja de Gaza, sino también de Cisjordania más los millones de palestinos exiliados en Líbano, Jordania o diseminados por el mundo, es Gaza quien ahora está removiendo y sacando a la palestra el irresoluto problema de la pretensión de dos pueblos étnicamente hermanos, pero criminalmente separados por falsas cuestiones religiosas y/o identitarias, cuyos líderes no aceptan que sus pueblos puedan vivir, si no unidos, al menos juntos, conviviendo en un mismo estado democrático de derecho. Es lo mismo que sucede con los kurdos, y más o menos similar a lo que sucede en América con algunos pueblos originarios.
Dicho esto, es muy lamentable que la prensa occidental identifique, siempre, a Hamás acompañada de la cantinela grupo terrorista. Desde un punto de vista ético y estético no es correcto, ni siquiera cuando en contraposición compensatoria se llamase a Israel estado terrorista.
Llamar IV Reich al Estado de Israel es también a todas luces una exageración, pero creo que resulta bastante ilustrativa de lo que ocurre por aquellos pagos. Sé que no estoy solo cuando pienso con asombro e incredulidad en cómo es posible que un pueblo como el judío, que ha pasado y sufrido las más increíbles discriminaciones y adversidades, reproduzca cruelmente en otros aquel mismo dolor que con tanta razón denuncia.
Miguel Álvarez