El Lawfare o guerra judicial
Dos escritores chinos analizan en su obra el nuevo concepto Unrestricted warfare, la “Guerra sin restricciones”. Este término da nombre, simplificando para los que no estamos muy duchos en cosas marciales, a la estrategia del todo vale, o que el fin justifica todos los medios. Entre los creadores de este nuevo “arte militar” destructivo, desalmado y cobarde, se encuentra en un lugar destacado Henry Kissinger, el ideólogo de la Operación Cóndor, aquella que desencadenó varios golpes de estado militares en América del Sur y desembocó en una cacería de varios miles de opositores que, de haber vivido para verlo, hubiese sido la envidia del mismísimo Hitler. Kissinger afirmó, desde su actual posición de poder, en marzo de 2009: “Esta crisis es UNA GRAN OPORTUNIDAD para crear un Nuevo Orden Mundial”. Imagínense de qué Nuevo Orden habla este Gran Hermano.
Entender de qué va la estrategia del Warfare no es difícil ni complicado, se trata simplemente de que, por aquello de que todo vale, que las convecciones de Ginebra, los pactos bilaterales, el respeto a las aguas territoriales y a la soberanía de los países, pueden saltarse unilateralmente, que se puede raptar a cualquier persona en cualquier país y mandarlo a una cárcel o una perrera en Guantánamo, no solo sin que nadie se atreva a acusarte de soliviantar los derechos Humanos, sino que, además, el Presidente que lo permite, pueda recibir el Nobel de la Paz. Para ello lo único que se necesita es tener más poder militar que nadie y ninguna vergüenza.
Los autores de la obra analizan la moderna estrategia imperialista de dominio y acaparamiento de los recursos naturales del planeta. Viendo que solo la ocupación militar y el dominio por el terror no es suficiente y, algunas veces contraproducente, (Corea, Vietnam…) hoy, cada vez más agresivo, uno de los dos imperios, el que empieza a dar síntomas de decadencia, ha cambiado peligrosamente de estrategia, con distintos y variados resultados. Además, en los últimos tiempos, están poniendo en juego exitosamente una “herramienta” relativamente nueva, como complemento al arsenal del Warfare: el Lawfare, la guerra judicial.
Se trata, simplemente, de ir dando, donde la ocasión lo permite y los jueces, fiscales y mandos policiales se prestan a ello, golpes de estado “legales”, utilizando el Poder Judicial corrupto de cada país. El uso del poderío militar USA, empleado preferentemente, aunque no siempre, en modo disuasivo, con la ayuda del FMI, el Banco Mundial, la OEA, las grandes corporaciones, etc, con un dominio brutal de los medios y agencias de prensa, mintiendo, ocultando información o dándola sesgada, sirviéndose de millones y millones de fake news, se valen de sus jueces y fiscales para dar golpes de estado “legales”, (Paraguay, Ecuador, Brasil…)
Al final son l@s jueces corrupt@s los que cambian gobiernos, redirigen en el rumbo que les convienen las grandes decisiones políticas… en fin, han logrado lo que con solo los marines no se podía hacer: nuevas y provechosas conquistas allá donde su poderoso ejército empezaba a patinar. Lo han conseguido en Oriente Medio, de donde se llevan el petróleo con solo una pequeña y testimonial presencia militar, un lugar en el que parece haberse garantizado su tranquilidad después de dividir a los árabes en mil fracciones. También en América Latina, con la compra de jueces y medios, (les salen realmente muy baratos) más la presión de grandes multinacionales, el Banco Mundial y el FMI, han derrocado a Lula y Dilma en Brasil, en Argentina a la Kichner, en Ecuador a Correa, en Paraguay a Fernando Lugo, en Bolivia a Evo Morales y García Linera…
Y continúan en campaña, intentando derrocar a Maduro (aquí hay petróleo, mucho petróleo). Para ello han recurrido a intentos de secuestro, asonadas militares, nombramiento de un autodenominado Presidente de Paja, llamado Guaidó, que, asómbrense, bajo la presión USA, ha sido reconocido por la mayoría de los gobiernos “democráticos”, incluido el señor Pedro Sánchez. Venezuela ha sido y sigue siendo abocada a un bloqueo marítimo-terrestre de alimentos, tecnología, medicinas, todo ello para incitar a que el pueblo, hambriento y bajo presión, se levante contra el mismo gobierno que han elegido democráticamente en las urnas, un gobierno que en nuestra “prensa libre y democrática”, seguramente mal informada, han dado en llamar insistentemente dictadura.
Como todos los indicios hacen prever que Maduro volverá a revalidarse en las próximas elecciones, ahora están realizando un ilegal y feroz bloqueo de las cuentas y reservas de oro de ese estado democrático, para ver si terminan de asfixiar a ese país hermano llamado Venezuela. Es lo mismo que hacen con Cuba, con Nicaragua…
Desde hace tiempo que resolvieron que todo vale y que no todo va a ser mandar al séptimo de caballería a invadir países. La nueva doctrina del Warfare, absolutamente ajena a los Derechos Humanos y a la más mínima decencia, les resuelve más “limpiamente” los problemas… y les resulta más barata.
Tengo la sensación, mejor aún, la seguridad de que las instrucciones (sus deseos son órdenes) de Henry Kissinger acerca del Warfare hace tiempo que llegaron a la Fundación FAES, porque si no, no se explica que un partido que solo tiene 89 diputados, esté jugando a derrocar judicialmente a un gobierno perfectamente legítimo, antes de las no tan próximas elecciones. Para ello no dudan en emplear todos los medios ilegítimos a su alcance, como es el uso y abuso de su domesticada cúpula del poder judicial, de la prensa y de los grandes canales de TV, incluida la Nacional, de la que se niegan antidemocráticamente a negociar la renovación de sus altos cargos, lo mismo que hacen con el Poder Judicial.
¿Será España la próxima víctima del Lawfare? ¿precisamente aquí, en Europa? No hay nada imposible… para los americanos. No poseo una bola de cristal, pero conste que no soy el único ni el primero que empieza a ver síntomas. Ya veremos, dijo el ciego.
Miguel Álvarez