El reto de Yolanda Díaz: llevar la democracia hasta la economía
Ya está, ya ha iniciado el proceso de escucha de Yolanda Díaz, el proceso Sumar ha arrancado este viernes en una abarrotada plaza del Matadero de Madrid. Rodeada de profesoras, médicas, riders, sindicalistas, activistas por el medio ambiente… Acompañada por vídeos de artistas y profesionales de diversos ámbitos en todas las lenguas del Estado… Muchas caras conocidas entre el público, integrantes de diferentes partidos políticos aunque, eso sí, no estuvieron los primeros espadas de los mismos. Misión cumplida.
La vicepresidenta del Gobierno esperaba hasta el final para tomar la palabra, una vez que lo habían hecho sus acompañantes en el escenario. Un discurso, el de Díaz, que dibuja el horizonte de este nuevo proyecto que echa andar este mes de julio y que ha de recorrer España para escuchar a la ciudadanía en palabras de la propia protagonista. El compromiso adquirido en esta calurosa velada de un Madrid abarrotado por la celebración del Orgullo LGTBI por parte de la gallega es el de llegar al 2023 con «un nuevo contrato social para la próxima década», un programa que sugiera un proyecto de país elaborado a través de diferentes grupos de participación.
«Gracias a quienes han salido del armario para ponerlo todo patas arriba», comenzaba su intervención Díaz. Y es que quiere impregnar el proyecto de la alegría que llena estos días las calles de la capital porque, según ha explicado, es consciente de que «hay desafección ciudadana» y cunde la sensación y el desánimo de que la política no sirve para nada. «Me da igual lo que digan las encuestas», reconoce que el proyecto Sumar debe trabajar precisamente contra esto, ese es el principal reto según ha asegurado desde el escenario.
«Llegar a acuerdos para cambiar la vida de la gente, eso es la política», define Díaz. «Ensanchar la democracia, una democracia mejor, que llegue a los hogares, escuelas, centros de día. Que sea económica y llegue también a los impuestos», añade la vicepresidenta. Y esta ha sido, precisamente, una de las ideas-fuerza que ha indicado en su discurso y que señala y concreta una obsesión política sobre la que versará Sumar: que la democracia llegue también a la economía. «Que los híperricos no se independicen» o «que no pague lo mismo un autónomo que una gran empresa».
Otro de los mensajes que ha subrayado la vicepresidenta en su parlamento ha sido el de que «esto no va de partidos políticos ni de siglas» y que pretende impulsar «un movimiento ciudadano». Y es aquí, precisamente, donde la gallega puede encontrar más dificultades a la hora de conseguir que el proyecto prospere pues, por un lado, el nerviosismo de los partidos y sus dirigentes se está haciendo notar y quieren protagonismo. Por otro lado, la construcción de un proyecto político sin militancia propia puede complicar su futuro. En los meses siguientes Díaz habrá de rodearse de cuadros políticos de su confianza para garantizar el proyecto.
Una tercera línea discursiva ha sido la referencia a la política internacional, un ámbito que suele quedar relegado al olvido en los mítines y actos políticos. Sin embargo, la coyuntura hace que sea imprescindible tratarlo. La gallega no se ha referido explícitamente a Ucrania, pero ha reclamado: «Una Europa que tiene que hablar de paz y hacer la paz». Sobre la Unión Europea también ha advertido: «No puede volver a las reglas de la austeridad». También ha tenido palabras de reconocimiento para América Latina que vuelve a vivir un giro político hacia la izquierda continental.
Sumar abandona la casilla de salida y, aunque celebrará algún acto más en julio, intensificará su actividad en septiembre, tras el parón estival. Durante el otoño y el invierno Díaz tendrá que multiplicar su actividad política y compaginar su labor en el Consejo de Ministros como vicepresidenta y ministra de Trabajo con forjar el proyecto político que ha de reunir a las izquierdas disgregadas durante los últimos años. Las derechas viven un momento dorado en España, pero el tablero político ya cuenta con un actor más. Yolanda Díaz quiere ponerlo patas arriba y evitar la resignación a que hayan de ganar las derechas. «La próxima década es nuestra», culminaba su speech.
Sato Díaz
Publicado en Público