España, a las antípodas del modelo sueco para los abuelos cuidadores
Transferir parte del permiso retribuido es posible solo en el caso de prestaciones largas
Suecia acaba de establecer la posibilidad de transferir parte de los largos permisos de paternidad y maternidad a los abuelos o a otro cuidador. Una medida que permitirá al progenitor que decida transferir parte de ese permiso (un máximo de 45 días a otra persona que no sea la pareja o el tutor del niño y si es único tutor, puede pasar más de 90 días por niño) a otra persona, entre ellos, los abuelos. La medida pretende abrir la vía de cuidados del bebé más allá de la propia pareja y facilitar la incorporación al trabajo de quien lo desee para no perder oportunidades laborales o aumentar los ingresos. Y a más facilidades, las posibilidades de que más mujeres se animen a tener hijos se incrementan.
¿Esto es posible en España? A día de hoy, no. Sobre todo, porque no tienen las mismas semanas de licencia parental que los suecos (34 ellos, 16 los españoles). “Ellos pueden pensar en transferir semanas de cuidado a un tercero, pero en España estamos, una vez que se han igualado los permisos, en el 2019, a ampliarlos. Los padres quieren tiempo para cuidar a sus hijos”, señalan desde el Ministerio de Derechos Sociales, que dirige Pablo Bustinduy.
Y es que Suecia juega en la liga premium de las políticas familiares. El país escandinavo fue el primero en legislar para conseguir una crianza más igualitaria, reemplazando el permiso de maternidad por el parental. Hablamos del año 1974. Dos décadas después, se asignó a los padres un permiso de paternidad que no podía transferirse a la madre. A los padres se les dieron 30 días de descanso y, si no se tomaban el tiempo asignado, los días no podrían usarse en absoluto. En 2002, la política se cambió para dar a los padres 60 días, y en la primavera de 2017 se actualizó nuevamente para permitirles 90 días exclusivos para ellos. Suecia cuenta con 480 días (16 meses) que deben repartirse entre el padre y la madre.
Y ¿España? Pues cuando los suecos hablaban de permisos parentales, España estaba aún bajo la dictadura de Franco, cuya única política familiar que puso en marcha era que la mujer estuviera en casa con sus hijos, cuanto más, mejor. Por lo que las pocas que trabajaban se habían de conformar con unos días para recuperarse del parto. Evidentemente, el padre no tenía nada. Los hijos eran cosa de mujeres.
No fue hasta la democracia (1980) que se amplía el permiso maternal a 14 días y aparece el permiso paternal de dos días, básicamente para hacer los papeles pertinentes en el registro Civil y llevar a la recién parida y su bebé a casa desde el hospital. Nueve años después, se amplían los permisos: cuatro días de baja para los padres y el permiso de maternidad se amplía a 16 semanas, siendo las seis primeras obligatorias.
El permiso maternal se ha quedado en esas 16 semanas, mientras que se ha ido modificando el de paternidad: a 15 días (2007), a 28 días (2017), a 32 (2018) y a partir del 2019 se ha pasado de ocho semanas de licencia retribuida a las 16 actuales, equiparándose a las de la madre. “Nuestro punto de partida es muy diferente que el de Suecia. En España no nos hemos puesto a la altura de los países europeos más avanzados en esta materia hasta la llegada del gobierno de coalición, que además tiene entre sus compromisos ampliar a 20 semanas el permiso de padres y madres antes del fin de esta legislatura”, señalan desde el Ministerio de Derechos Sociales.
A España le ha costado muchas décadas equiparar los permisos de maternidad y paternidad, un objetivo prioritario para el primer Gobierno de Pedro Sánchez porque permitía reducir las posibilidades de que una mujer no fuera elegida para un trabajo por el “temor” a que se quedara embarazada. Con esta medida, esa excusa desapareció. Y por la necesidad de que el varón se involucre en la crianza del bebé y se hiciera cargo de los cuidados.
Muchos dijeron entonces que pocos varones se cogerían el permiso, ante la presunta presión de las empresas. Pero la realidad, una vez más, es contraria a los vaticinios alarmistas. La Seguridad Social tramitó 467.678 prestaciones por nacimiento y cuidado de menor en 2023. Del total, 220.829 correspondieron al primer progenitor, habitualmente la madre, y 246.849, al segundo progenitor, normalmente el padre.
Ocho semanas sin retribución
Además del permiso de maternidad y paternidad, el Gobierno aprobó recientemente un permiso de ocho semanas hasta que el hijo cumpla los ocho años. “Lo que se pretende es eliminar posibles obstáculos para la crianza de los hijos”, señalan desde Derechos Sociales. ¿El problema? Que no están retribuidos. El ministro Pablo Bustinduy defiende la necesidad de aprobar la remuneración de al menos 4 de esas 8 semanas. “Las familias no pueden seguir esperando más tiempo, tenemos que retribuir ya estos permisos para que quienes tengan hijos e hijas puedan tener una mejor conciliación entre su vida familiar y laboral”, defiende Bustinduy, quien ha asegurado que lleva meses reclamando, en el seno del Gobierno, que se ponga en marcha esta medida junto al Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Celeste López Madrid
Publicado en La Vanguardia