La “inspección” que realizó el ayuntamiento en las Casitas Rosas, por parte del Servicio de Disciplina Urbanística Municipal, tan sólo dos días antes de la movilización del pasado 12 de junio nos parece una auténtica tomadura de pelo. Por otro lado, si es verdad que han empezado los primeros pasos para elaborar un plan de actuación integral como aseguran, deberían contar con la opinión y participación del vecindario a través de su asociación vecinal. No se entendería que no se escuchara a la ciudadanía que vive en la Malva-rosa en un plan integral para la Malva-rosa, un barrio movilizado por el problema.
Desde la Asociación vecinal de la Malva-rosa apuntan: “estamos reclamando una verdadera intervención integral de largo recorrido con participación de diversas administraciones y con una partida presupuestaria acorde a las necesidades. Esto lo sabe el ayuntamiento porque se lo hemos dicho y reiterado en varias ocasiones en presencia de la alcaldesa”. En línea con el estudio de 2022 del propio ayuntamiento y el informe del sindic de greuges de la comunidad valenciana.
Para finalizar, desde la asociación vecinal reivindica que “no queremos un barrio orientado a un turismo depredador que expulse a nuestros vecinos y vecinas, tampoco queremos un barrio con zonas de exclusión social y falta de servicios. Queremos un barrio digno, tenemos derecho a vivir en condiciones y la asociación vecinal de la malva-rosa está dispuesta a pelear junto al vecindario. Nuestra lucha viene de lejos y en los próximos meses convocaremos de nuevo a la movilización democrática en las calles”.