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Esther Tusquets – “Habíamos ganado la guerra”

Libro: “Habíamos ganado la guerra”

Autora. Esther Tusquets

Editorial: Bruguera. Año:2007

Esther Tusquets era una famosa editora y escritora catalana. (Barcelona 1936-2012) que cumple ahora diez años que nos dejó.

Esta obra nacida de sus recuerdos de infancia y juventud nos permite aproximarnos al entorno de la ciudad de Barcelona dentro de los estamentos de la burguesía durante los aledaños de 1939 y los años posteriores.

En este país en que la gente se alivia de sus frustraciones alimentando la desmemoria, el relato que nos ocupa cubre una singular mirada desde el papel de los vencedores sobre el evento que dividió al país por mucho tiempo. Como se dice en el inicio de la narración, en una guerra civil pierden todos, pero es indudable que hay unos vencedores y vencidos. Estos saben que van a pagar un alto tributo por serlo. Ya se ocuparan aquellos por recordárselo como ha sido el caso. En este país ha habido muchas personas que lo saben porque de uno u otro modo, el asunto ha estado siempre presente y pendiente, constituyendo para las generaciones posteriores una espada de Damocles y un recordatorio como la imagen de un sello o una moneda.

En este relato que nos presenta la editora de Lumen, se pueden observar muchos detalles de este ejemplo de la memoria colectiva. Todo este acopio de datos que recoge la obra nos ha permitido acceder al pensamiento de una mujer que supo recoger muchos momentos intimistas que le tocó vivir desde la infancia hasta edad adulta, donde descubrió que la versión original tenía notables omisiones cuando no albergaba tergiversaciones significativas.

Partiendo de una familia falangista, refugiada en Pedralbes para huir de las detenciones de la capital catalana, pronto adoptó su quehacer a los nuevos tiempos esquivando los momentos críticos de la guerra y los años sucesivos. Sus ojos de niña fueron evolucionando hasta abandonar de joven las filas del falangismo catalán para adentrarse después en la modernidad de los nuevos tiempos. Llegado el caso, convivió con otros pocos editores los momentos para desplegar un significativo pensamiento progresista bajo el paraguas del perfil de una mujer independiente. Estuvo incluso comprometida con la transición y durante su vida como editora facilitó a través de su marca literaria muchas iniciativas teñidas de pensamiento progresista, dando acogida a lo que podríamos llamar la izquierda sociológica y políticamente comprometida. Tanto ella como su hermano Óscar Tusquets y su pareja, Carmen Barcells, han introducido con notable acierto obras de singular valor en la literatura española mas allá de nuestras fronteras.

En el arranque de este relato la autora nos zambulle en un paseo por los latidos de la burguesía barcelonesa, degustadora del Liceo y Club de Tenis y comprometida en otro tiempo con el golpe militar. La autora relata los puntos de vista de aquellos que fueron los vencedores de la contienda recogiendo como un notario muchos e interesantes detalles de su pensamiento. Su mirada se centra en describir y anotar lo que los mayores le cuentan y las escenas que impulsan su curiosidad. Así en una conversación con una de sus tías queda reflejado el espíritu del momento sobre el servicio doméstico en esta frase memorable entresacada de sus recuerdos:

“Una criada estaba obligada a vestir como una criada, y no dejaba de sorprenderme la fealdad de las bufandas y jerséis que se tejían para los pobres, y es que ser pobre no consistía únicamente en no tener dinero, ser pobre suponía pertenecer a una condición distinta, y una persona de esa condición no se le ocurriría jamás entrar en un buen restaurante , o en un teatro, o coger un taxi si no era de extrema necesidad, aunque dispusiera de dinero para hacerlo”

En una Barcelona donde eran abundantes hasta bastante tiempo después del final de la contienda los fusilamientos a cargo de la dictadura, se anotan varios datos significativos que se citan en el relato. Los hijos de burguesía no jugaban en la calle y orgullosos de su destino, bautizaban a sus hijas el nombre de Victoria. La obra escrita para refrescar del comportamiento y desmemoria de la burguesía de origen, se señalan muchas de las “perlas” registradas en los hogares de los vencedores en pleno fasto para celebrar el auge posterior de su poderío.

En esta narración y en “Temps que van ser” obra escrita a cuatro manos escrita con su hermano, Óscar, seis años menor que ella, terminan de apuntillar sus emociones y recuerdos. Óscar, arquitecto y responsable de Tusquets Editores, vivió ya de otro modo esos mismos instantes pero aporta y completa otros rasgos de su familia. Son dos narradores que compiten, ya de mayores, por completar los detalles de los recuerdos acuñados en esos años hasta la llegada de los sesenta en que la modernidad, el turismo y los planes de desarrollo impulsaron una clase media urbana catalana a salir, no sin esfuerzo, de la mugre imperante.

Algunos de estos perfiles pueden también degustarse en la novela de Use Lahoz “Los Baldrich”, donde se describe una saga familiar,  con origen en Tarragona, capaz de establecerse en Barcelona y su entorno buscando la prosperidad a cualquier precio. El autor acredita la voluntad evidente de retratar a la burguesía catalana orgullosa de su prosperidad pero alejada de los mínimos valores éticos. Esther Tusquets lo hace, en cambio, con sinceridad, en un retrato intimista, vaciándose a través de sus confesiones en conservar, al menos, un valor universal de autenticidad y compromiso que la convirtieron en una noble y vieja dama.

Es reconfortante el relato, escrito con una prosa atrayente y veraz, que sume al lector en este y en otros relatos en un paseo por la vida. Su infancia, la admiración por su madre. que alumbró siempre sus pasos. Se citan mucho sus viajes por la costa brava, donde tuvieron casa familiar de veraneo, diferentes según la época en muchos emplazamientos diferentes y donde ella misma, después, acabó por quedarse. Playa de Aro, S’Agaró, Cadaqués, escenarios que desfilan en sus ojos y que quedaron inmortalizadas en sus obras, como en “El mar de todos los veranos”.

Es una vida plena dedicada a la literatura y a vivir intensamente y sobre el horizonte, una confesión de fondo que ella misma reconoce, su dedicatoria a sus dos grandes amores, el mar y la literatura.

Pedro Liébana Collado

 

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