Con anterioridad, Ciges ejerció en Xirivella y en el barrio obrero de San Marcelino, donde también dejó una honda huella por su incansable labor de atención a los más desfavorecidos y a las causas populares.
La Capilla Ardiente del sacerdote se instalará a partir de las 16 horas de este viernes en su domicilio de la Plaza de la Iglesia de Anna, un pueblo que la semana pasada se volcó en despedir a uno de sus más ilustres vecinos. La misa-funeral por su descanso eterno será oficiada mañana sábado por el Arzobispo de Valencia Enrique Benavent, en la parroquia de la Inmaculada Concepción de su municipio natal. El mismo día de su reciente toma posesión, Benavent visitó a Ciges junto al obispo de Lleida.
Licenciado en Psicología, Ciges también ha sido consiliario en los movimientos apostólicos de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC), ha escrito numerosos textos y ha publicado recientemente un libro bajo el título ‘Iglesia y misión’, que refleja su contribución a la preparación del Sínodo 2023.
Una de las primeras coas que hizo tras tomar posesión como sacerdote en la Malva-rosa, fue darse de alta como socio de la asociación de vecinos del barrio, donde se implicó activamente en defender sus causas y acompañó al movimiento 15M como motor de cambio para la juventud. También destacó por su apoyo a los migrantes ya las personas sin recurso.
El periodista y miembro del Grup dels Dissabtes, Alfons Llorenç, ha señalado que Ciges ha sido «un puntal para la Iglesia valenciana«, además de una persona muy importante y un sacerdote «extraordinario».
Durante el tributo que la semana pasada recibió en su pueblo natal, el párroco recibió infinidad de elogios por la entrega, la dedicación y la generosidad con la que ha desempeñado su misión en todo este tiempo. Arropado por numerosos vecinos, familiares y otros párrocos cercanos, Ciges se mostró a su vez muy contento y agradecido por el «amor, la pasión, el acompañamiento y el afecto» que se le han profesado. «No tengo miedo a morirme», señaló al tomar la palabra en una abarrotada iglesia de Anna, desde donde reivindicó al Cristo de la Providencia y la Inmaculada Concepción como sus «dos grandes valores» en la vida. «Os quiero de verdad y para siempre», dijo dirigiéndose al público congregado.
Tras la intervención del presbítero, la alcaldesa de Anna procedió a imponerle una insignia con el escudo del municipio. Pilar Sarrión subrayó que Julio Ciges «ha trabajado dando su vida desde la Fe que compartimos creyentes y no creyentes», llevando por bandera los valores de la «libertad, la justicia y la igualdad».
La del sacerdote, incidió la alcaldesa, ha sido «una vida de respeto, de predicar con el ejemplo, de no vivir del postureo y de ser uno más, de creer y hablar desde la fe, la unidad y la generosidad». «Hacen falta muchos Julios en esta sociedad, muchas personas así que viven por y para los demás y que dan valor a los valores porque los practican», enfatizó.
En nombre de los vecinos de la localidad, Sarrión agradeció a Ciges la ayuda que durante tantos años ha prestado «a todos sin ninguna distinción» y bajo una forma de hacer «humilde» y «campechana». «Todas las personas son importantes a los ojos de Dios, pero tú eres muy importante a los ojos de tus vecinos: gracias por todo y por tanto», terminó su parlamento la alcaldesa.
Sergio Gómez
Publicado en Levante.emv
diciembre 16th, 2022 at 12:02 pm
La sencillez y alegría le abrían las puertas de todos los ambientes en la sociedad, la Iglesia y la vida ordinaria de quienes se acercaban a él. Para todos era Julio Ciges el amigo, confesor, director espiritual y hermano..Siempre estarás con nosotros