Galdós y su fecundo compromiso social
En el presente año se está celebrando el centenario del fallecimiento de uno de nuestros más insignes literatos, testigo incansable de los acontecimientos de su época del siglo XIX y principios del XX. Reflejó en sus novelas el pulso de la vida española siendo incluso un testigo político en sus tres legislaturas como diputado de la transformación social que se estaba produciendo. Una primera presentándose por Puerto Rico en el partido progresista de Sagasta como cunero en 1886, otra desde Madrid en la conjunción republicano socialista en 1910 y una tercera desde Las Palmas en 1914, ya en avanzada edad, pero con un apoyo extraordinario. Su vida política estuvo marcada por acontecimientos muy tristes como la Semana Trágica de Barcelona en 1909 y la primera guerra mundial en 1914 en donde España fue neutral.
Fue un canario que se afincó en Madrid, en sus mentideros y en la evolución de la vida popular que reflejó ampliamente en sus escritos. Galdós fue primero periodista en varios medios, como La Nación, luego cronista parlamentario en Las Cortes y director de varios periódicos como El Debate y la Revista de España. Viaja además pronto por Europa como corresponsal de prensa, conociendo así las corrientes literarias del momento como el realismo y el naturalismo, la rapidez en la escritura estuvo muy relacionada con esta primera experiencia. Su obra literaria posterior contiene influencias de los franceses Honoré de Balzac, Émile Zola, Gustav Flaubert y el inglés Charles Dickens, entre otros. Escribió cerca de cinco mil artículos en distintos diarios y revistas de España e Hispanoamérica, siendo recogidos algunos de ellos seleccionados por el escritor argentino Alberto Ghiraldo en una serie de diez tomos por la Compañía Iberoamericana de Publicaciones.
Escribió cinco series de libros denominadas EPISODIOS NACIONALES donde reflejaba los acontecimientos que habían ocurrido en España entre 1805 y 1880. Las dos primeras fueron escritas en un espacio breve de tiempo, entre 1873 y 1879, retomando la tercera en 1898, en 1902 la cuarta y en 1908 la quinta, haciendo un total de 46 episodios, que no pudo acabar al apagarse su luz antes de completar esta última, dada su progresiva ceguera. Los Episodios significaron una búsqueda de la identidad española para impulsar el progreso de España.
Galdós fue también un novelista prolífico, donde con una variada galería de personajes y sus circunstancias familiares expresa los sentimientos de los españoles de su tiempo. Sus 39 novelas son un reflejo costumbrista de la época, escritas entre 1865 y 1915, en ellas denuncia el atraso, el fanatismo y la intolerancia de la sociedad española, defendiendo el desarrollo educativo, la libertad y el laicismo.
Sus 24 obras dramáticas fueron extremadamente populares con llenos en los teatros y repercusiones espectaculares. Impulsó nuevos conceptos, temáticas y procedimientos teatrales, y con sus obras hizo reflexionar al gran público sobre los criterios éticos y cívicos defendiendo la libertad y la tolerancia en los que debía desarrollarse la sociedad. Escribió también cuentos y sus memorias.
Tuvo un reconocimiento por la Academia de la Lengua en 1897 donde se presentó con un discurso “La sociedad presente como materia novelable” coherente con su trayectoria. Desgraciadamente la envidia y el rencor de algunos conservadores provocó una intensa campaña que impidió que se le concediera el premio Nobel, siendo Echegaray el que finalmente lo recibió. Tiene un monumento en el parque del Retiro realizado por Victorio Macho que es uno de los más bellos que se encuentran en el mismo. También Sorolla le realizó un retrato de gran reconocimiento.
Galdós fue reconocido en su época por escritores como Mesonero Romanos y Azorín, existiendo una amplia correspondencia con ellos, influyó también considerablemente en los escritores posteriores como María Zambrano que le dedicó su obra “La España de Galdós” y Federico García Lorca que dijo de él que reflejaba la voz más verdadera y profunda de España. El primer franquismo tuvo una fuerte inquina sobre él por su liberalismo, pero curiosamente fue recuperado y ensalzado, no sólo por los exiliados sino sobre todo por los hispanistas de las Universidades americanas, lo que provocó que en el final del franquismo recibiera un reconocimiento que le había sido anteriormente negado.
Galdós ha tenido el reconocimiento de estar en el billete de 1.000 pesetas, muy utilizado, y en sellos conmemorativos en diversas épocas, como en el de 8 pesetas, en una caricatura en 2012 en Las Palmas, o en la edición conmemorativa de 2020 en Guadalajara.
Su fallecimiento fue también un gran acontecimiento social asistiendo unas cincuenta mil personas, siendo presidido por el gobierno en pleno y autoridades del ayuntamiento, siendo enterrado en el cementerio de la Almudena. La exclusiva de sus obras ha estado por fin en la Editorial Hernando que ha realizado multitud de ediciones, con anterioridad Galdós fracasó como editor de sus propios libros tras varias experiencias, también negativas con varias editoriales. Las obras completas están actualmente en la editorial Aguilar en ocho volúmenes, siendo los cuatro primeros sus Episodios Nacionales y los cuatro restantes las Novelas, Teatro y Miscelánea, siendo prologadas por Federico Carlos Sainz de Robles, en donde incluye el censo de los personajes galdosianos.
Escritores actuales como Antonio Muñoz Molina y Luís Mateo Diez, entre otros, lo han recuperado como uno de los más singulares escritores de la literatura española. En este centenario de su fallecimiento ha habido diferentes reconocimientos públicos, entre los que cabe destacar la exposición en la Biblioteca Nacional visitada por casi cien mil personas, que sería posteriormente llevada a su casa museo de Las Palmas y la edición conmemorativa de una de sus obras distribuida gratuitamente por el Instituto Cervantes por impulso de su director Luís García Montero. Las Palmas, su ciudad natal, ha organizado un paseo literario con placas conmemorativas por sus calles y recogido materiales en un museo dedicado a su vida y su obra, también de una forma indirecta la Comunidad de Madrid ha realizado una guía didáctica para reflejar con motivo del 2 de mayo de 1808 el Madrid de Galdós, ciudad en la que desarrolló la mayor parte de su vida y por último el Ayuntamiento de Santander se une a estos homenajes con una serie de actividades durante todo el año, incluyendo conferencias y exposiciones, ya que pasó en ella cuarenta veranos en su residencia de San Quintín.
Varias de sus obras han sido llevadas al cine: “El Abuelo” y “La loca de la casa” en el cine mudo antes de los años treinta; “Marianela” por Benito Perojo en los años cuarenta en el franquismo; “Adulterio”, “Doña Perfecta”, “Misericordia”, “La mujer ajena” y “La loca de la casa” en el cine mexicano; “El Abuelo” y “Marianela” en el argentino; posteriormente Luís Buñuel adapta dos de sus mejores obras “Nazarín” y “Tristana”; “El Abuelo” en una nueva versión por José Luís Garci; “Fortunata y Jacinta” por Mario Camus en una serie para televisión de gran éxito; “Marianela” por Angelino Fons; “La duda” por Rafael Gil; “Doña Perfecta” por César Fernández Ardavín; “Tormento” de Pedro Olea; entre otras. Algunas se han adaptado al teatro en otras versiones modernas como “Misericordia” o “Ana”.
Por último este año con motivo del centenario han aparecido dos biografías de Galdós, “Benito Pérez Galdós, vida, obra y compromiso”, de Francisco Cánovas, en Alianza editorial, y “Galdós, una biografía” en Tusquets editores escrita por Yolanda Arencibia, que ha recibido el premio Comillas 2020 y una tercera obra para niños “Galdós el narrador de un mundo” por Fernando Delgado en Vegueta ediciones.
Alfredo Liébana Collado
Artículo publicado en El Obrero
agosto 25th, 2020 at 8:48 pm
Se trata de un excelente resumen de la vida, obra y significación histórica de Galdós muy oportuno para conmemorar el centenario de su muerte.