Gravísimo problema
¿Qué es preferible, que se mantengan 6.000 puestos de trabajo aunque los saudíes masacren otros cincuenta niños yemeníes con bombas españolas, o que, por el contrario, se pierdan 6.000 puestos de trabajo en comarcas donde el paro es ya muy alto a cambio de evitar que los niños yemeníes se libren de las bombas españolas, pero no las de cualquier otro país que las venda? Eso es lo que le ha estallado a Sánchez en los morros para poner en evidencia que es de izquierdas pero no tanto como para poner en riesgo los sagrados beneficios del capital (amén de la ocultas comisiones de algún que otro preboste).
¿Pero de verdad es un problema? En una España con tres millones de parados, seis mil más representan un incremento de un dos por mil, y esto en un país que ha soportado un paro de cinco millones de personas sin apenas quejarse. ¿O solo los de Navantia tiene derecho al trabajo y los demás no?
El problema se plantea como si no hubiera alternativa, (algo así como que si no obedeces al capital te mueres de hambre) pero en una sociedad tan asquerosamente rica como España este tipo de problemas solo se dan si hay mucho pez gordo interesado en el asunto, aparte de la necesidad del capital de hacerle tragar a Sánchez y a Podemos el sapo del cuento aquel de Churchill, o sea, la obligación de aceptar sin más el poderoso yugo del sagrado beneficio y del aparente mercado.
Números cantan: El salario mínimo (10.302,60 €) de los famosos 6.000 puestos de trabajo suponen un coste anual de 61.815.600 € que, con respeto al monto del PIB (1.166.319.000.000 €) solo representan un 5,3 por mil. (Item más, el mantener con el salario mínimo a la totalidad de los parados es solo un poco más 2,5% del PIB).
O sea, que evitar el bombardeo a los niños yemeníes con la colaboración y complicidad de España, o sea, de todos los españoles, sin exclusión ninguna, tiene el ridículo coste de 5,3 por mil de los ingresos de todos y cada uno de nosotros los ciudadanos.
Solo el gasto en cerveza del conjunto de los españoles representa algo más del 4% del PIB, casi ocho veces más que lo que costaría mantener a los famosos seis mil puestos de trabajo por un periodo razonable.
Juan García Caselles