- El objetivo es transformar la indignación ciudadana ante el abuso de las eléctricas en acciones reales y positivas para el medio ambiente a través de la generación adicional de energías renovables
- Más de 16 millones de personas en España podrían participar en la lucha contra el cambio climático produciendo, financiando, comprando o intercambiando electricidad limpia
- Fundación Fiare y Greenpeace piden al Gobierno que impulse la participación ciudadana en proyectos de economía social aplicada a la transición energética
- Las dos organizaciones seguirán actualizando la información para incorporar nuevas iniciativas y animan a los proyectos a contactarles
El último Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto de Autoconsumo que, entre otras cosas, permite a las comunidades de vecinos producir su propia electricidad con renovables. Hemos conseguido un paso importante para la democratización de la energía, y creemos que la participación ciudadana es esencial para acelerar la transición energética que nuestro planeta nos está pidiendo.
Destacamos también que la electricidad excedentaria cedida a la red eléctrica por una instalación de autoconsumo, tendrá que ser remunerada y no cedida gratuitamente, como ocurría hasta ahora en los casos de instalaciones particulares.
Fundación Fiare y Greenpeace han elaborado el primer mapa de ciudadanía energética, donde recogen las alternativas energéticas renovables, éticas y comunitarias actualmente presentes en España con el objetivo de inspirar a la ciudadanía a transformar su indignación en acciones reales.
“Este mapa es para todas las personas que alguna vez han pensado que les gustaría hacer algo importante contra el cambio climático pero sienten que no pueden hacer nada contra las grandes energéticas”, explica Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace. “Hay muchas personas que sentían lo mismo y que se han unido para poder hacer lo que, solas, les parecía imposible. Hemos recopilado, junto con la Fundación Fiare, esas iniciativas en Ciudadanía energética, el primer Mapa de iniciativas de energía ciudadana de España”.
Ya existen iniciativas repartidas por la geografía española que permiten a las personas tener impacto positivo desde un punto de vista ambiental, social y económico a través de la generación adicional de energías renovables o de la gestión de la demanda en manos de las personas.
Poner de relieve estos proyectos es fundamental para contrarrestar la creencia extendida acerca de que la ciudadanía no puede hacer nada para mejorar el comportamiento ambiental, social y democrático del sistema eléctrico en España.
En especial, el mapa de las dos organizaciones está pensado para inspirar la acción social a través de nuevos modelos de participación ciudadana en la transición energética y la lucha contra el cambio climático según los criterios ambientales, sociales y de finanza ética de Fundación Fiare y Greenpeace.
Según el análisis de las dos organizaciones, por ahora el modelo (1) más extendido es el de financiación colectiva de nuevos proyectos renovables tanto en propiedad compartida como a través de participaciones o inversión. Esta financiación colectiva puede promoverla una entidad sin ánimo de lucro o no. Del mismo modo destaca que la financiación abarca tanto proyectos de autoconsumo como de instalaciones de mayor escala, todos hecho posibles gracias a la microfinanciación ciudadana.
Por otro lado, también participa en el mapa el primer proyecto piloto de compraventa directa de energías renovables entre consumidores y pequeños productores renovables en el que puede participar, probándolo, cualquier consumidor a través de la cooperativa energética Goiener.
A diferencia de lo que ocurre a nivel mundial, aún no se están presentando iniciativas de gestión de la demanda distribuida o de autoconsumo virtual compartido a pesar del potencial que estas dos opciones tienen.
Fundación Fiare y Greenpeace piden al Gobierno que derribe las barreras administrativas y legales que frenan la participación ciudadana en proyectos de economía social aplicada a la transición energética tal y como reconoce la nueva Directiva europea de Energías Renovables recientemente acordada en Luxemburgo.
Según el estudio de Greenpeace, una de cada tres personas (16,4 millones) en España estarían dispuestas a ser más activas en la lucha contra el cambio climático produciendo, financiando, comprando, intercambiando o almacenando electricidad renovable. Estos proyectos son de elevado interés tanto para el medio ambiente como para las personas ya que según un reciente estudio, los proyectos comunitarios aportan ocho veces más ingresos a la economía local que un proyecto de una gran compañía eléctrica.
Las dos organizaciones seguirán actualizando la información recogida en la web para poder incorporar las nuevas iniciativas que surjan y animan a cualquier colectivo cuyo proyecto cumpla los criterios escogidos, a contactarlas.
Artículo publicado en Ágora