Hacia un nuevo fascismo
Está más que comprobado que el hombre no aprende de sus errores. Las dos grandes guerras son una prueba de ello. Y de no ser por las armas nucleares, es más que probable que ya hubiésemos sufrido una tercera.
Estamos destinados a autodestruirnos. No tenemos el más mínimo respeto por el medio ambiente, se desprecian los avisos de la comunidad científica, porque los gobiernos únicamente piensan en dinero. Un dinero que debería corresponderse con la riqueza. Una riqueza que no se reparte por igual entre los que pueblan el globo, sino que está en manos de unos pocos (el 82% de la riqueza está en poder del 1% de la población mundial, según datos de Oxfam.
Por si fuera poco, una nueva ola fascista sacude el mundo occidental: Trump en EEUU, Fuerza Nueva en Italia, Vox aquí, en España. La fragilidad de nuestra memoria, la creencia de que esas ideas no son hoy iguales a las que lo fueron antaño, hace que una parte de la población se sienta atraída por estos populismos y se sumen a toda suerte de falsedades, como la de que la inmigración es la responsable del paro, que en los casos de maltrato y violencia machista existe un gran número de denuncias falsas, que la izquierda quiere romper España, y otras de parecido jaez.
España es tan plural que debería constituirse como un país federal. ¿Por qué le tienen tanto miedo a este modelo de estado? Estados Unidos lleva varios siglos con este modelo y les funciona. Se sienten una nación aunque cada estado tenga su autonomía propia.
Se ha olvidado demasiado rápido una de las peores épocas de nuestra historia reciente, y eso puede depararnos funestas consecuencias: Casado, Rivera y Abascal representan el fascismo en su esencia más puro. Rivera ya ha demostrado en sucesivas ocasiones que no tiene ningún tipo de ideología, únicamente persigue el poder y aplastar el movimiento secesionista catalán, la ciudadanía le importa un carajo, del mismo modo que la corrupción y otros asuntos que blandió como estandartes de su política. Casado es el discípulo de Aznar, un ambicioso con ansias de poder, sin conocimientos y sin carisma y Abascal es como si alguien de la Edad media hubiese utilizado la máquina del tiempo para instalarse en el siglo XXI.
Si no queremos que la historia se repita, tendremos que dar la batalla todos los días, sin desfallecimientos. Si nos relajamos, volveremos a vivir una historia negra de persecuciones, censuras, de recortes de libertades y derechos y ¿quién sabe de qué más?
Víctor Chamizo
Artículo publicado en Rompamos los grilletes