Historias franquistas del siglo XXI
El Congreso ha aprobado una proposición no de ley para sacar a Franco del Valle de los caídos. Parece todo muy pro hacia la ley de memoria histórica, además por parte del PP quienes se abstuvieron en la votación.
Sin embargo, el gobierno no está obligado a llevar a cabo esta propuesta y parece que no va a mover ni un dedo por ello. Son muchos los ejemplos que nos han dado diferentes miembros del PP de que no les importa nada la existencia del valle de los caídos y las víctimas del franquismo.
El PP no quiere reabrir heridas dice. El pasado es el pasado. Ahora, pongámonos en una situación hipotética: vamos a contarle a un extranjero que en nuestro país tenemos calles con nombres de coroneles y generales que apoyaron la dictadura; que un general que animaba a los militares a violar mujeres está enterrado en la basílica de La Macarena y que el aliado español de Hitler y Mussolini está enterrado en un mausoleo que fue construido por presos políticos de este dictador.
España parece un gran homenaje al franquismo, no hemos eliminado los símbolos de la dictadura, siguen presentes y con ello muchas heridas de las víctimas. Con todos estos símbolos, y el valle de los caídos el primero, España está humillando a las víctimas del franquismo y sus familiares, que solo quieren recuperar los restos de sus muertos y que se les haga justicia.
Somos el segundo país con más personas desaparecidas. Más de 140.000 personas siguen en paradero desconocido en cunetas.
Mendez de Vigo, el portavoz del gobierno, ha declarado que el valle de los caídos no es “un lugar de culto” y allí no se permite “la exaltación de la dictadura”. Vale, vamos a darles la razón. Pero sí se ha exaltado en otros lugares:
El pasado 1 de abril un grupo de franquistas se reunió en el Arco de la Victoria para conmemorar la caída del ejército rojo y la llegada de la dictadura.
Otro ejemplo de exaltación del franquismo fue el entierro del conocido falangista José Utrera, conocido también por ser el suegro del Ministro Gallardón. En su funeral, después de la misa, un grupo de falangistas cantó el Cara al Sol entre gritos de vivas a Franco y Primo de Rivera.
Quedan franquistas en este país. Y cada vez les da menos vergüenza en demostrarlo.
Se tacha de radicales a quienes ondean la bandera republicana. El pasado 14 de Abril muchos municipios decidieron celebrar el homenaje a la II República alzando la bandera tricolor en ayuntamientos y se les obligó retirarlas.
Hoy en día aún hay que explicar que el alzamiento nacional y la guerra civil deslegitimaron a un gobierno democrático, legalmente establecido y elegido. Se produjo un golpe de estado en contra de una democracia, y son los “rojos” los que siguen siendo castigados. No saqueis la bandera republicana, pero la falangista ondea en homenajes sin problemas; no habléis de las víctimas porque no hay que abrir viejas historias, pero Franco sigue en el Valle de los caídos en un altar y rodeado de republicanos muertos.
Tras la II Guerra Mundial, la mayoría de las democracias europeas que nacieron siguieron el paradigma antifascista. En España, mientras que en el resto de países se restituyó la memoria democrática, se combatió desde el régimen franquista y ha sido ignorada. Somos el segundo país con más personas desaparecidas. Más de 140.000 personas siguen en paradero desconocido en cunetas.
Quedan franquistas en este país. Y cada vez les da menos vergüenza en demostrarlo.
Es necesaria la memoria histórica. Gracias a la Asociación por la Recuperación de la Memoria histórica, familiares de las víctimas están consiguiendo abrir fosas, pero son muy pocas. Sin embargo y en contraposición tenemos una Asociación Francisco Franco. Enaltecer el franquismo no es delito pero si hablas de república, comunismo y marxismo te tachan de radical y es mucho peor que el fascismo.
Susana Díaz se ha referido a Podemos como los acólitos de Julio Anguita y el comunismo y defiende a capa y espada a Felipe González. Si el ejemplo de comunista es Julio Anguita quien, una vez que abandonó la política se fue a casa y no a empresas privadas como González, mi conciencia está tranquila.
El PCE fue el partido que más luchó en favor de la libertad y la democracia. Sus miembros sufrieron el exilio, las condenas franquistas y la muerte. Hoy muchos de ellos siguen en cunetas, no lo olvidemos y muchos de sus verdugos impunes.
Es necesario la reparación y la justicia. Debemos ser una sociedad consciente de su memoria, por aquellos que lo dieron todo por la libertad y por la democracia de la que gozamos.
Alba Martínez
Artículo publicado en Nueva Revolución