Hoy hace 4 años que murió Alejandra Soler, maestra durante la Segunda República Española y pionera en el asociacionismo universitario
El 1 de marzo de 2017 murió en Valencia, a los cien y tres años de edad, Alejandra Soler Gilabert , maestra de la Segunda República y militante de la Federación Universitaria Escolar (FUE).
Alejandra estudió en la Institución de la Enseñanza para Mujer e hizo el bachillerato en el Instituto Luis Vives. Se vinculó a la Federación Universitaria Escolar, movimiento de estudiantes que luchaba por una enseñanza más moderno, que participó en las revueltas de estudiantes durante la dictadura de Primo de Rivera. Mientras estudiaba Magisterio, se integró a la FUE, que contaba con un grupo de mujeres que practicaban atletismo, una actividad en la que participó. Soler se distinguió por su amor al deporte y se convirtió en una de las primeras atletas de la historia del atletismo valenciano
En 1935, se afilió al Partido Comunista de España y, un año después, se licenció en Filosofía y Letras. Se convertía así en una de las primeras mujeres del Estado con una licenciatura universitaria. Fue una luchadora y defensora de la escuela pública y de la igualdad, y del acceso universal a la educación. Trabajó muchos años en la escuela rural y sufrió la represión franquista.
En 1939, con su marido Arnoldo Azzatti, hijo del periodista Azzatti, se exilió desde Barcelona en la URSS. Atravesó en Francia, donde la internaron en un campo de refugiados. En Moscú, fue maestra de niños españoles que el régimen soviético había acogido. Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió la Batalla de Stalingrado y salvó 14 niños, los alumnos que tenía a su cargo. El conflicto bélico separó Alejandra de sus amigas Carmen Solero y Concha Bello, porque tuvo que marchar al sur y luego al oeste de Rusia. Después de muchas peripecias, que relató en su libro La vida es un río caudaloso con peligrosos rápidos, Volvió a Moscú con su marido. En 1958, fue designada jefe de la Cátedra de Lenguas Románicas de la Escuela Superior de Diplomacia en Moscú, cargo que desarrolló hasta que se retiró en 1971. En ese año se instaló con mucha penuria en Madrid. Seis años después, volvió a Valencia, en el barrio del Carmen.
Fue una mujer muy implicada con la República desde su época de estudiante, una auténtica ciudadana republicana. Una mujer que inmediatamente después de la muerte de Franco, se puso al servicio de la recuperación de la memoria histórica y que siempre estuvo dispuesta a dar testimonio oral para ayudar a recuperar lo que fue la vida de las mujeres en la época de la República.
En 2013, a los 101 años, participó como activista en el primer aniversario de la Primavera Valenciana. Por eso se la conocía como la «abuela del 15-M». En 2015, fue nombrada hija predilecta de la Ciudad de Valencia y, en 2016, recibió la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana. Poco después de morir, le pusieron su nombre a un colegio del barrio de Rufassa, el CEIP Alejandra Soler.
Publicado en La Veu
marzo 1st, 2021 at 8:56 pm
Ya mujer ejemplar
marzo 2nd, 2021 at 10:02 am
MUJERES COMO ESTAS SON UNA INYECCIÓN DE VITALIDAD PARA NOSOTRAS LAS MUJERES. JUNTO A ELLA, EN ESTA SEMANA DE PREPARACION AL 8 DE MARZO, UN RECUERDO A NUESTRA QUERIDA PILAR SOLER.