La cuadratura
Andan los tertulianos desesperados con sus pactómetros tratando de obtener y averiguar cual será la composición y los efectos correspondientes del futuro Govern y por más vueltas que le dan al asunto no terminan de saber si será de los independentistas o de la izquierda catalana.
En cambio ayer se me apareció el señor Pere Aragonés, al que por lo del apellido le debe quedar algunos restos de la retranca maña, diciendo, ¡ay Señor!, que estaría dispuesto a gobernar (si es que en Catalunya eso puede llevarse a cabo) en minoría. Y en ese preciso momento caime de mi montura ideológico-mediática para darme cuenta de que ese zorro astuto que nos hace de Presidente, el afamado, vilipendiado y adorado Pedro Sánchez, había elegido el camino correcto, o sea, el sistema euskaldún, o vasco, como queráis.
Si os dais cuenta los del PNV, acostumbrados a ser triunfadores en las elecciones de Euzkadi, a pesar de su tradicional pertenencia a la derecha más recalcitrante, no tienen ningún impedimento ni rubor en apoyar reiteradamente al contubernio rojillo que nos gobierna, por más que les moleste el jaleillo ese de
protagonismo en que malviven.
Es verdad que siempre se hacen los estrechos y que solo ceden cuando obtienen algunas de las mercedes que pretenden, pero es solo la apariencia, porque la realidad es que gobiernan en el Pais Vasco con el apoyo de los sociatas y si no se portan como es debido se exponen a tener graves problemas en sus terruños.
Conviene hacer notar que tanto en el caso del actual portavoz en el Congreso como en los que le antecedieron, vienen siempre cargados de sensatez, templanza y razón y terminan dándonos las correspondientes lecciones de urbanidad y comedimiento, que, al parecer, son cosas que, como el Rh de que hablaba Arzalluz, les vienen puestas de serie.
Pues bien, la cosa sería que la ERC pactaría con ECP (los podemitas) y, si es posible, con la CUP, a lo que el PSC otorgaría apoyo externo. Y así las cosas funcionarían a pedir de boca para el Sr. Sánchez, que ni en sueños se atrevía a desear tanta belleza, por lo que tendríamos legislatura para rato. Si ERC no cumple en Madrid, el Psc no cumple en Barcelona , y aquí paz y después gloria.
Ya veis. No era tan complejo. Un Govern de izquierdas encabezado por un nacionalista. Es solo cuestión de saber hacer la mezcla.
Juan García Caselles