La investidura en los detalles
En la mayoría de las ocasiones la realidad de las cosas se encuentra en los detalles.
Por eso los diputados de Vox lo dejaron tan claro en el hemiciclo. No en sus palabras cargadas de añoranzas de tiempos pasados, oscuros, trasnochados y arcaicos. No en sus insultos a la ciudadanía representada en el hemiciclo. No en sus gritos y pataleos propios de colegiales indisciplinados. Eso se lo dijo el señor Baldoví, “no necesitan ustedes tila, necesitan algo que se da en los colegios: educación”. Acertaba el señor Baldoví en la necesidad de educación, erraba en lo de los colegios: en los colegios se enseñan materias docentes, la educación se adquiere en casa. Así que a saber qué tipo de educación recibieron semejantes energúmenos en sus respectivos hogares.
Pero ese no fue el detalle más significativo. Eso fue pintura de trazo grueso, una amalgama de comportamientos habituales de la intolerancia, de la rabia, del autoritarismo y de la carencia absoluta de valores democráticos.
El detalle no fue otro sino el desprecio que, por parte del partido de la ultraderecha, se manifestó ante el aplauso de la Cámara hacia una diputada, Aina Vidal – es indiferente a qué formación política pertenezca – que había sido recientemente diagnosticada de cancer y había realizado el sobresfuerzo de estar presente en tan memorable y efemérica sesión.
Ante ese reconocimiento los señores de la ultraderecha permanecieron sentados impertérritos, aporreando sus asientos. Esa es su humanidad, esa es su forma de entender los valores de la sociedad, eso es lo que desean para una sociedad como la nuestra que simpre se ha mostrado solidaria ante el dolor ajeno, y lo ha demostrado.
Es la actitud del nazismo, a quien jamás le importaron los sentimientos de los seres humanos y se llevaron por delante a seis millones de judíos. Es la actitud del franquismo, que hizo otro tanto con aquellos que fueron sus enemigos en el campo de batalla o sus opositores tras el conflicto.
Retratados quedan. Retratados en los detalles que a veces no aparecen en la foto.
Víctor Chamizo
Artículo publicado en Rompamos los Grilletes