La manada y sus derivadas
Cuando en mi entrada “¿Qué salvajada es ésta?” del año 2016, decía “a los que permitís”, me estaba refiriendo a lo que suponía que iba a suceder, y por desgracia ha terminado sucediendo. Hemos sido testigos, como por desgracia lo somos a diario, de la impunidad con la que se tratan determinados hechos criminales.
Podría decir que entre los culpables (porque lo son, aunque no de los cargos por los que debieran haberlo sido) se encontraban miembros de los cuerpos de seguridad del Estado y del Ejército, para encontrar una explicación de lo irrisorio de la sentencia, pero me temo que se han producido otros casos en los que sin que participasen miembros de esa “cierta” relevancia, donde se han dictado sentencias igualmente indignantes. El machismo taladra esta sociedad podrida en la que vivimos, y, si las mujeres deben sentirse indignadas, yo, como hombre que no concibo nada que no sea diferente a la igualdad de sexos, tengo derecho también a ser objeto de esa indignación y a situarme del único lado que mi conciencia me permite, que no es otro que del lado de las víctimas.
Se ha hecho alusión al voto particular de uno de los magistrados que pedía vergonzosamente la absolución de los culpables, pero con ello, se olvida que el resto del tribunal ha dictado una condena que deja abierta la puerta para que, energúmenos de este jaez, puedan campear a sus anchas, violando a quien se les antoje. No es bueno, por tanto, que los árboles no nos dejen ver el bosque.
Una indignación más que sumar a la ya existente, pero hay más:
Me indigna que exista una sola mujer que no condene esta sentencia.
Me indigna que no se haya elaborado un comunicado de todos los partidos políticos, sin excepción, criticando y oponiéndose a la sentencia.
Me indigna que el Jefe del Estado únicamente tenga presencia cuando se trata de la independencia de Cataluña o de atentados yihadistas.
Me indigna que los grandes medios de comunicación no hayan convocado una jornada de protesta.
Me indigna que no se haya convocado una huelga general, porque la situación lo merece.
Me indigna que no hayamos salido todos a la calle – hombres y mujeres juntos – abarrotándolas con pancartas y gritos de protesta.
Me indigna esta sociedad machista, inculta y decadente.
Víctor Chamizo
Artículo publicado en Rompamoslosgrilletes